El eterno proyecto del metro de la Segunda Avenida, más cerca de hacerse real

El eterno proyecto del metro de la Segunda Avenida, más cerca de hacerse real

Nueva York, 24 may (EFEUSA).- La orilla este de Manhattan, que había sufrido el olvido centenario del sistema de transporte más grande del país, contará pronto con una moderna línea del metro, menos ruidosa y contaminante, cuando se completen los trabajos de la esperada expansión de la Segunda Avenida.

El desarrollo inmobiliario del Upper East Side de Manhattan hizo urgente la necesidad de brindar servicios a esa comunidad, servida hasta ahora por la congestionada línea del metro que transcurre a lo largo de la avenida Lexington, que transporta 1,6 millones de pasajeros diariamente.

Los 23 trenes que componen el metro de Nueva York que recorren los cinco condados, en su conjunto, transportan seis millones de personas diariamente, lo que significa que la línea que transcurre a lo largo de Lexington lleva el 25 % de los usuarios del metro.

«Esa línea está sobrecargada y necesitamos proveer de un alivio», dijo a Efe Michael Horodniceanu, presidente del departamento de grandes proyectos para la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), responsable del sistema de metro y autobuses, que opera con un déficit de 15.000 millones de dólares.

La línea de la Segunda Avenida, que abrirá de momento tres estaciones en las calles 72, 86 y 96, se espera que reduzca en un 13 % los pasajeros en un día a través de la Lexington, y da forma por fin a una propuesta que ronda a la MTA desde 1929 y que, en los últimos años, ha tenido la zona inmersa en incómodas obras de construcción.

A día de hoy, está finalizada en un 80 %, y construida con estándares diferentes al sistema original del metro, que ya cumplió su primer siglo de vida.

«Todo lo que hacemos es diferente: el diseño de las estaciones, control de temperatura para proveer de un clima adecuado y que no sean insoportables en verano, que es caliente y húmedo, vías con menos vibración (cuando frene el tren) para minimizar el ruido», que no saldrá fuera de la estructura debido al diseño de los techos e internet inalámbrico, indicó.

Aseguró que en Nueva York están trabajando para construir infraestructuras más amigas del medioambiente, «para asegurar que minimizamos el uso de la energía. La idea es tener infraestructura más ecológicas».

Un recorrido subterráneo por la Segunda Avenida, para lo cual tuvieron que excavar 452.150 metros cúbicos de piedra y 351.500 metros cúbicos de tierra (más de la mitad del Empire State Building por volumen) va desvelando el intenso trabajo que se realiza: 9.000 pies de rieles de los 22.000 que se instalarán, cables y tubería a lo largo de las vías.

También algunas de las 32 escaleras eléctricas que habrá en las tres estaciones y 15 ascensores, plataformas amplias ya que no contarán con columnas como en las viejas estaciones, cúmulo de materiales de construcción y trabajadores que se mueven de un lado a otro sin parar.

Horodniceanu aseguró además a Efe que las nuevas estaciones, que comenzará a recorrer la línea Q cuando se inaugure la primera fase, a un costo de 4.450 millones de dólares, en diciembre de 2016, no se inundarán si Nueva York fuera afectado nuevamente por una tormenta, como ocurrió con Sandy en 2012, que causó millones de dólares en pérdidas a la MTA.

«El trabajo más fuerte de construcción ya se hizo», destacó Horodniceanu, quien asegura que «el gran reto» por delante son las pruebas y la integración del sistema (el eléctrico, de señales, entre otros) que en conjunto harán que el tren Q recorra la Segunda avenida sin problemas, transportando unos 200.000 pasajeros al día, entre las calles 63 y la 96 cuando se inaugure en 2016.

Terminada la primera fase para brindar servicios a una comunidad largamente desatendida -pese a los varios intentos que han precedido a la línea de la Segunda Avenida- otro problema que enfrentará la MTA es obtener los fondos para comenzar la segunda de las cuatro fases que componen este millonario plan capital, indicó el funcionario.

En la fase dos, la línea se ampliará entre las calles 96 y las 125; en la tercera fase se trabajará en el tramo entre la calle Houston y la 63 y, finalmente, la línea llegará desde Houston hasta Hanover, en el distrito financiero, completando una ruta de 8,5 millas y un total de 16 nuevas estaciones, que alumbrará una nueva línea T.

La MTA lleva a cabo varios proyectos simultáneos, en medio de la crisis económica con que opera.

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