Licencia de conducir «abre el mundo» a una joven guatemalteca en Nebraska

«Fue una larga lucha lograr que nos otorguen las licencias, pero finalmente lo logramos y ahora estamos felices. Yo estoy feliz, mi familia está feliz y mis amigos están felices, y quienes nos apoyaron en esta lucha también están felices», dijo a Efe Aura Revolorio, de 19 años.

Revolorio es una de las 2.700 personas de Nebraska beneficiadas por el programa de Acción Diferida (DACA) creado en junio de 2012 por el gobierno del presidente Barack Obama y que posterga las deportaciones de quienes, siendo menores, fueron traídos por sus padres a Estados Unidos sin la documentación apropiada.

El pasado 28 de mayo la Legislatura de Nebraska aprobó la ley LB623, que autoriza al Departamento de Vehículos Motorizados a emitir licencias de conducir para los beneficiados por DACA y dejar de ser así el único estado que no concedía estos permisos.

Apenas pasó una semana cuando el 5 de junio pasado Revolorio recibió su licencia, pocos días después de graduarse de la escuela secundaria y pocas horas antes de completar su inscripción en la universidad.

«No se trata de que ahora puedo manejar. Se trata de que ahora puedo trabajar y hasta ir a la universidad, puedo viajar, puedo moverme. Las puertas del mundo están ahora abiertas para mí y pienso aprovechar esa oportunidad», comentó Revolorio, quien reside en la ciudad de Kearney.

Para la joven inmigrante, el debate en la Legislatura de Nebraska sobre la ley LB623 reveló que no todos los legisladores entienden las «necesidades» de los «soñadores».

Con su educación secundaria completa y con su licencia de conducir, Revolorio comenzará próximamente a estudiar materias de medicina en un colegio comunitario en su ciudad para luego continuar esos estudios en una universidad y obtener un título en esa especialidad.

Y luego, tras ejercer durante algún tiempo en Nebraska o en algún otro lugar de Estados Unidos, su meta es llegar a alguna de las zonas más necesitadas de África y ofrecer allí sus servicios médicos.

«Quiero devolverle a la comunidad local y global algo de lo mucho que he recibido. Primero quiero entender mis derechos y mi cultura, pero también quiero aprovechar la oportunidad de compartir con otros y de hacerlo responsablemente», dijo Revolorio.

«Y lo que digo lo digo por todos los ‘soñadores'», agregó.

Darcy Tromanhauser, directora de asuntos inmigratorios y comunitarios de Nebraska Appleseed, una organización no lucrativa que se movilizó a favor de la ley LB623, dijo a Efe que los «soñadores» de este estado son «trabajadores y talentosos que vivieron toda su vida en este estado y que quieren contribuir más plenamente a sus comunidades».

Esos jóvenes, dijo Tromanhauser, cuentan con el respaldo de empresarios, religiosos, dirigentes comunitarios y legisladores quienes entienden que los soñadores «realizan valiosas contribuciones a las comunidades de Nebraska» y que ahora, gracias a las licencias de conducir «esas contribuciones aumentarán».

Uno de esos dirigentes, el educador Luis Sotelo, repitió ese mismo sentimiento.

«Me siento orgulloso de cada uno de nuestros ‘soñadores’ y me siento feliz de que tengan la licencia y que sus luchas y esperanzas se conozcan», aseveró a Efe Sotelo, experto en planificación de estudios universitarios.

«Nunca subestimemos el poder que tienen los ‘soñadores’ para influenciar a otros. Además, tienen la persistencia para generar cambios en el ‘status quo’. Saben lo que es estar cansados y frustrados y sentirse con limitaciones, pero eso mismo los motiva a educarse y prepararse para llegar a ser los líderes de nuestra comunidad», concluyó.