Libros narran vida del olinguito en las selvas y los refranes de las abuelas

Libros narran vida del olinguito en las selvas y los refranes de las abuelas

Denver (CO), 30 mar (EFEUSA).- Los libros "¡Olinguito, de la A a la Z!" y "Lo que mi abuela me dijo" destacan el deseo de aprender cosas nuevas y recordar las de antaño, de la mano de sus autoras Lulú Delacre y María Paz Eleizegui, respectivamente.

Inspirado por el descubrimiento de esta nueva especie en 2013, «¡Olinguito, de la A a la Z!» (Children’s Book Press) se sitúa en lo alto del bosque nublado, donde habitan estos carnívoros.

La autora imagina el viaje de Kristofer Helgen, zoólogo del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian, quien identificó este nuevo mamífero, y Miguel Pinto, biólogo del equipo de Helgen, quien reconoció al olinguito en su hábitat natural.

Estos curiosos animales nocturnos viven en lo alto del bosque nublado en las estribaciones occidentales de la cordillera de los Andes.

Se trata de uno de los ecosistemas más ricos del planeta. A menudo cubierto de nubes, su extensa humedad les proporciona a las plantas y animales una fuente continua de agua.

Su variada vegetación incluye bromelias, orquídeas, helechos y musgos, paisaje que Delacre ilustra en coloridos detalles.

Delacre, autora puertorriqueña de 58 años, consultó a numerosos expertos para elegir las especies que aparecerían en el texto para que ilustraran la diversidad y riqueza del ecosistema.

Durante su investigación, pasó cuatro días en el bosque ecuatoriano, lo cual le permitió ver la interconexión entre los organismos del ecosistema ¡y también un olinguito!

Si bien las ilustraciones son espléndidas, la ingeniosidad del libro está en la narración.

Guiados por el orden alfabético, los jóvenes lectores recorren junto al zoólogo de Washington el bosque nublado en busca del olinguito.

«Alto, allá arriba en los Andes, brilla un bosque bordado de bromelias… Casa de cangrejo, caracol, conejo, colibrí y de un divino olinguito, de día dormidito», escribe.

A la narración alfabética le sigue información educativa sobre el descubrimiento del olinguito, el bosque nublado, el criterio para la ilustración, un glosario e incluso un juego de exploración usando las imágenes del texto.

Para el otro libro, María Paz Eleizegui encontró inspiración en la sabiduría de antaño del refranero español que de niña le transmitió su abuela en las Filipinas.

En «Lo que mi abuela me dijo» (University of New Mexico Press), Eleizegui cuenta cómo un día, cuando tenía apenas cuatro años, sus padres la dejaron en la casona de la abuela «por unos días», pero allí permaneció hasta que cumplió los doce años.

«No hay mal que por bien no venga», le dijo la abuela a la pequeña enjugándole las lágrimas.

Su abuela la recibió con ternura y le abrió las puertas no solo de su hogar, sino también de la sabiduría de los dichos de los filipinos hispanohablantes.

En el libro la autora comparte docenas de refranes que, según ella, formaron una parte importante de su educación.

Los dichos están organizados en seis secciones temáticas como juventud, amistad y comportamiento.

Cada dicho aparece en español con su traducción al inglés y va acompañado de una ilustración que recoge el sentido del dicho y lo relaciona a la historia de la autora de niña con su abuela.

La artista Mahala Urra les brinda a las imágenes un toque de época que recuerda las ilustraciones de libros infantiles de los años cincuenta.

En las páginas finales la autora retoma la narración de su infancia al momento de regresar a la casa de sus padres y más adelante recuerda su mudanza a Estados Unidos.

En esas breves palabras Eleizegui reflexiona sobre cómo el lugar transitorio donde pasó su infancia llegó a convertirse en su verdadero hogar, el que llevaría con ella a todas partes en la patria portátil del refranero.

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