Nueva York, 17 jun (EFEUSA).- El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, se mostró hoy "extremadamente preocupado" por la posibilidad de que miles de personas sean deportadas de la República Dominicana como parte del Plan de Regularización de Extranjeros.
«Estoy extremadamente preocupado por la potencial deportación forzada de miles de personas de la República Dominicana, entre ellos muchos niños», afirmó De Blasio en un comunicado difundido hoy, en inglés y en español.
Los dominicanos forman el grupo de extranjeros más numeroso en la ciudad de Nueva York. Además, es la segunda comunidad latina más importante, después de los puertorriqueños. En el censo de 2010 figuraban registrados 382.346 dominicanos.
En el comunicado, el alcalde de Nueva York exhorta a las autoridades dominicanas «a respetar los derechos básicos de todas las personas, incluyendo dominicanos de ascendencia haitiana, bajo la ley internacional».
«También les pido que prevengan los inevitables errores, peligros y humillaciones de una deportación masiva», agrega De Blasio.
El alcalde dice que muchos de los que pueden verse afectados son ciudadanos haitianos nacidos en suelo dominicano, que ahora «injustamente han perdido su nacionalidad y estatus legal».
«Como alcalde de una orgullosa ciudad de inmigrantes, con dos grandes diásporas dominicanas y haitianas, espero ver una solución compasiva y humana a esta alarmante situación», agrega.
También expresó su preocupación la presidenta del concejo municipal, Melissa Mark-Viverito, de origen puertorriqueño, quien en un comunicado que también suscriben otros tres concejales expresa la «indignación» por esa «decisión inhumana».
«Hacemos un llamado al Gobierno dominicano para que revise esta decisión y permita un camino a la ciudadanía para los cientos de miles de inmigrantes de descendencia haitiana y a los niños nacidos en la República Dominicana con descendencia haitiana», agrega.
El plan de regularización surgió tras una sentencia del Tribunal Constitucional dominicano que privaba de esa nacionalidad a nacidos en el país de padres indocumentados, lo que afectó esencialmente a haitianos.
Aunque estaba previsto que entre 55.000 y 60.000 personas de origen haitiano se acogieran a la ley de naturalización, solo 8.775 lograron completar el proceso, por lo que diversas organizaciones temen que el resto quede apátrida.
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