Celebran visita a Harlem del papa, por el respaldo a los inmigrantes

«Es el único que ha abogado por los inmigrantes, por los latinos», dijeron a Efe Alonso, que vive hace 28 años en esta comunidad, y Pastor, que llegó hace cerca de 20 años, que reciben servicios de Caridades Católicas a través del programa Juan Diego, donde se les enseña manualidades, entre otra ayuda, y que aseguran estar en «shock» con la noticia de que conocerán al papa.

«Él representa una nueva luz de esperanza para los inmigrantes porque como mexicana estoy lastimada de que muchas personas en el poder se refieran a nosotros como violentos, como personas malas. Es injusto porque no todos somos así, trabajamos y colaboramos con este país», indicó por su parte Alonso, que trabaja como niñera, durante la entrevista en El Barrio.

El reducido grupo de inmigrantes y refugiados elegidos para esa reunión, de poco más de un centenar que reciben ayuda de Caridades Católicas, proviene de Latinoamérica, el Medio Oriente o África, habrá niños víctimas de crímenes y familias que han tenido que dejar su país, perseguidos por su religión, política o estatus social, dijo por su parte a Efe Kevin Sullivan, director ejecutivo de esa entidad del Arzobispado de Nueva York.

«Es particularmente inspirador que estará visitando inmigrantes y refugiados, que son ayudados por Caridades Católicas. Eso es importante porque Nueva York y Caridades Católicas tienen una larga historia de ayudar al recién llegado», señaló Sullivan, que acompañará al Papa en su recorrido por la ciudad.

En su primer viaje a EE.UU., del 23 al 27 de septiembre, el papa Francisco llegará a Washington, tras visitar Cuba, para dirigirse al Congreso, reunirse con el presidente Barack Obama y con obispos y oficiar la misa de canonización del franciscano Junípero Serra, y luego a Nueva York, donde su agenda incluye dirigirse a la ONU.

Sullivan destacó que pese a la cargada agenda del papa, pidió un encuentro con inmigrantes y refugiados, «una decisión afortunada» que se llevará a cabo en el auditorio del colegio Nuestra Señora Reina de los Ángeles, «en uno de los barrios de gran presencia de inmigrantes en Nueva York», donde se estima que el 55 % de su población son hispanos.

Recordó que fue en este vecindario, Spanish Harlem, donde se radicó la primera gran emigración de puertorriqueños en la década de 1950, a los que se han sumado a través de los años migrantes latinoamericanos, en particular mexicanos, cuya presencia en este vecindario ha crecido en los últimos veinte años.

Esta comunidad cuenta con restaurantes, taquerías, bodegas o trabajan en áreas de servicio en El Barrio, en el noreste de Manhattan, que fue además el hogar de una gran emigración italiana, aunque todavía hay presencia de los italoestadounidenses.

«Tenemos a un papa que ve por los latinos, por los niños, por los enfermos, por las personas que realmente necesitan de su bendición. El defiende el diálogo con el emigrante y si nos unimos a él en eso, creo que nos puede ayudar más», argumentó Pastor, estilista radicada hace 18 años en El Barrio.

La silla y el altar que usará el papa en la misa en el Madison Square Garden en Nueva York han sido construidos por jornaleros y los bordados en los manteles por un grupo de mujeres, también migrantes.

«El papa ha puesto atención a la crisis de inmigrantes y refugiados, en un momento crítico en la historia del mundo», afirmó Sullivan al referirse a los reclamos que ha hecho el primer Pontífice latino, de respeto a la dignidad de los migrantes y el llamado a la comunidad internacional para prevenir las causas que llevan a miles a dejar sus países.

De acuerdo con Sullivan, el pontífice ha captado la atención de muchos «por su manera tan directa de decir las cosas y de comunicar la palabra de Dios» y la suya por su preocupación por los más vulnerables.