El ADN, clave para cerrar el dolor de familias de inmigrantes desaparecidos

El ADN, clave para cerrar el dolor de familias de inmigrantes desaparecidos

Tucson (AZ), 14 ago (EFEUSA).- La información genética puede ser el cierre de un doloroso ciclo para las familias de los inmigrantes que desaparecieron cuando intentaban cruzar la frontera sur y cuyos restos quizás están sin identificar en una morgue de Arizona.

Muchos de los cuerpos que llegan a la Oficina Forense del condado de Pima, en Tucson (Arizona) están en estado de descomposición, tras haber estado expuestos durante días a altas temperaturas, o apenas se recibe partes del esqueleto.

«La mayoría de las comparaciones son hechas con el perfil de ADN tomadas del esqueleto o con la sangre del fallecido quien se cree es inmigrante y sus familiares», dijo hoy a Efe Bruce Anderson, antropólogo de la oficina forense.

De un sólo hueso pueden extraer la información necesaria para establecer el ADN, que debe ser comparado con la muestra que proporciona la familia, sea en el país de origen o en Estados Unidos.

Los investigadores de la oficina forense completan toda la información, toman fotos del cuerpo, dependiendo el estado en que fue encontrado el cuerpo, y de las pertenencias. Todo ello es publicado en la base de datos nacional de personas desaparecidas www.namus.gov.

«Tenemos un poco más de 900 perfiles publicados en NamUs. De estos casos, la mayoría creemos que son migrantes. El gran reto ahora es tener más familias de personas desaparecidas que completen el reporte de la persona extraviada y se tomen la prueba con la saliva o la sangre», sostuvo el antropólogo.

En ese momento, una compañera extrajo de una bolsa blanca varias piezas de un esqueleto encontrado en el desierto en enero de este año. Pertenece a un hombre entre 25 y los 40 años.

Luego toma una sierra para cortar hueso y extrae un pequeño pedazo del fémur que no pesa más de 12 gramos, esta muestra es enviada al laboratorio Bode Technology, en Virginia, con el que trabaja el forense para realizar las pruebas de ADN. Este proceso que puede tomar seis semanas.

Anderson explicó que otra manera de trabajar con el ADN en la situación de los inmigrantes es comparando las muestras existentes con las de los inmigrantes que estuvieron detenidos en una prisión federal o fueron arrestados por la Patrulla Fronteriza.

«Las personas que han estado aquí antes, específicamente hombres que rompieron la ley en Estados Unidos o pasaron algún tiempo en los centros de detención federales tienen un perfil de ADN que fue tomado de su saliva o sangre. Esta información esta almacenada en una base de datos del FBI», indicó Anderson.

Añadió que el laboratorio en Virginia tiene acceso a esa base de datos, gracias a la que se descubrió que 32 de los cuerpos que permanecen en el forense estuvieron en algún momento presos en Estados Unidos.

«El gran problema con esto es que de esos 32 casos, 29 todavía no han podido ser identificados porque la persona dio falsa información, nombre falso, país falso, fecha de nacimiento falsa», añadió Anderson.

Ante esta situación, decidieron publicar en Namus.gov las fotos policiales de estos individuos, gracias a lo cual se identificaron dos cuerpos en el último mes.

A través de pruebas de ADN, el consulado de Guatemala ha identificado 40 cuerpos.

«Afortunadamente la mayoría de los cuerpos que hemos identificado desde 2005 a la fecha han sido porque traían documentos o porque la persona estaba reconocible», dijo a Efe Carlos De León, cónsul General de Guatemala en Tucson.

Por su parte, el consulado de El Salvador señaló que tiene dos casos de inmigrantes encontrados recientemente; uno de ellos fue identificado por un documento y el otro se presume que es salvadoreño porque tiene tatuajes de la mara salvatrucha.

«El problema es que estos casos no estaban reportados como desaparecidos. Es por eso les pedimos a las familias que llenen los reportes de desaparecidos y se tomen la muestra de ADN en uno de los consulados o en la Cancillería si la familia reside en El Salvador», dijo Freddy Vargas, vicecónsul de El Salvador en Tucson.

Mientras tanto, cuatro cuerpos fueron encontrados la última semana en el desierto de Arizona. Dos fueron identificados como centroamericanos, uno de ellos es un menor de 17 años, originario de México y con el cuarto cuerpo deberán realizar el proceso de identificación genética para intentar descubrir quién era.

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