Charlotte (NC), 20 jun (EFEUSA).- Los "soñadores" de Carolina del Norte tendrán que esperar hasta el 2016 para se vuelva a discutir en la Asamblea General un proyecto de matrículas universitarias reducidas al no lograr pasar este año en el legislativo estatal.
María Cortéz, integrante del Comité de Amigos Americanos, uno de los grupos de jóvenes inmigrante que abogaban por la aprobación de la propuesta de ley SB 436, confirmó hoy a Efe que la medida no avanzó en las discusiones en el Senado.
Los jóvenes indocumentados realizaron un último esfuerzo esta semana al asistir al Capitolio estatal en Raleigh vestidos con togas y birretes para convencer a los legisladores que incluyeran la medida como una enmienda en el presupuesto.
«La excusa que dieron fue la falta de tiempo, y aunque no pudimos este año, no nos daremos por vencidos, y comenzaremos a trabajar para dejar saber a la comunidad la importancia de la educación de los jóvenes indocumentados», agregó Cortéz a Efe.
La joven, de 19 años y oriunda de México, llegó a Carolina del Norte con dos años de edad, y aunque se graduó de la secundaria con buenas calificaciones, debe pagar el doble que sus deseas compañeros por la matrícula del colegio comunitario que asiste.
Para los estudiantes fuera del estado, rango en el cual están clasificados los «soñadores», la matrícula universitaria trimestral es de 3.475 dólares, en comparación con los 1.152 dólares que pagan el resto de los estudiantes en los colegios comunitarios.
«Ahora solo curso las materias básicas y las que puedo por lo costoso de las materias. Espero algún día convertirme en abogada para defender a mi comunidad», enfatizó.
Bajo el proyecto de ley SB 436, para poder obtener el beneficio de la matrícula de estudiante del estado, los jóvenes deberían cursar tres años seguidos en una escuela estatal y haberse graduado de bachiller o sacado un GED (examen de desarrollo de educación general).
Se estima que en las escuelas de Carolina del Norte hay cerca de 42.000 jóvenes indocumentados y cientos de ellos se gradúan cada año sin la esperanza de asistir a la universidad o a un colegio comunitario debido a las altas tarifas.
Al menos 19 estados han aprobado medidas que permiten a los indocumentados o amparados bajo DACA recibir la matrícula universitaria de residentes.
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