Denver (CO), 30 jun (EFEUSA).- La amplia mayoría de los votantes republicanos de Iowa que probablemente participarán en la selección del candidato de ese partido a la presidencia del país se inclina por algún proceso de legalización de los inmigrantes indocumentados, revela un nuevo sondeo.
La encuesta, realizada por Partnership for a New American Economy, un grupo no partidista de 500 alcaldes y empresarios que buscan modernizar la economía y «racionalizar»el sistema inmigratorio, encontró que más de tres de cada cuatro (77 por ciento) de los potenciales votantes republicanos en el caucus de Iowa están a favor de «un nuevo proceso» para los indocumentados.
Específicamente, la mayoría de los 400 votantes consultados favorece un proceso que permita a los inmigrantes indocumentados llegar eventualmente a obtener la ciudadanía de Estados Unidos.
La encuesta, que se realizó por teléfono en abril pasado y se difundió durante el fin de semana, fue detallada hoy por John Stineman, el consultor republicano que estuvo a cargo del sondeo.
El sondeo halló que más mujeres que hombres republicanos y votantes activos en Iowa (68 por ciento a 61 por ciento) afirman que los indocumentados que ya están dentro del país pueden quedarse en Estados Unidos si cumplen con ciertos requisitos, como carecer de antecedentes delictivos y pagar las multas necesarias para resolver su situación ilegal.
Además, quienes favorecen a Marcos Rubio y a Jeb Bush también favorecen la legalización de los indocumentados más que los seguidores de Ben Carson (72 por ciento a 53 por ciento).
A la vez, uno de cada tres votantes consultados y una de cada cuatro mujeres sostuvo que los indocumentados deben ser deportados. Esa opinión fue compartida por el 38 por ciento de los republicanos «muy conservadores» y por el 36 por ciento de los evangélicos protestantes que participaron de la consulta.
De manera interesante, el 76 por ciento de quienes están a favor de las deportaciones masivas afirmaron que seguirán respaldando esa medida incluso si el costo total de las deportaciones fuese de hasta 600 mil millones de dólares (cifra usada como ejemplo en la pregunta de la encuesta).
Sea como fuere, la mayoría (cerca del 60 por ciento) de los participantes consideró que una ley del Congreso legalizando la presencia de indocumentados (siempre que paguen impuestos y aprendan inglés) no es amnistía. Y para el 83 por ciento, inmigración no es un tema prioritario ni un factor decisivo para respaldar o no a un cierto candidato.
Para Stineman, estos resultados deberían llevar a que «se repiense el papel de la inmigración en la política republicana».
En declaraciones a los medios locales, Stineman calificó a los números mencionados de «fascinantes», y enfatizó que los republicanos consultados quieren «una conversación inteligente» sobre reforma inmigratoria.
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