Clinton arremete contra republicanos por permitir los insultos a inmigrantes

En una entrevista exclusiva con Efe en San Antonio (Texas), tras recibir este jueves el respaldo a su campaña del secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Julián Castro, Clinton repasó también algunos de los retos a los que se enfrenta Latinoamérica y las nuevas perspectivas regionales derivadas del restablecimiento de las relaciones entre Washington y La Habana.

«¿Quieren ser un partido con candidatos que están insultando y haciendo de menos a los mexicanos, a los inmigrantes, a las mujeres? Es una larga lista de gente a la que han estado atacando y creo que deben parar. Y voy a continuar diciendo ‘basta'», indicó Clinton a Efe, pronunciando «basta» en español.

La también exprimera dama se refirió en concreto a Trump, quien ha reiterado que México envía a EE.UU. a «criminales y violadores», y dijo que el magnate hotelero, con sus insultos, trata de «apelar a los peores instintos de la gente que está preocupada por sus propias vidas y las oportunidades económicas».

También se refirió al callejón sin salida en el que quedó la reforma migratoria, ya prácticamente abandonada en el Congreso, y acusó de ello al liderazgo de la Cámara Baja por no querer enfrentarse al ala más ultraconservadora del partido.

«Voy a seguir presionando desde luego para lograrla. Y volver al lugar donde estábamos cuando el Senado aprobó una ley en 2013, que era una buena ley» que en la Cámara de Representantes «no la sometieron a voto porque sabían que hubiera sido aprobada por los demócratas y muchos republicanos», dijo la que fuera secretaria de Estado de Barack Obama entre 2009 y 2013.

En cuanto a Latinoamérica, Clinton lamentó la situación que se vive en Venezuela, donde, a su juicio, la democracia está siendo «socavada» y donde, consideró, se ha dado «un paso atrás» a partir de la llegada de Hugo Chávez (1999-2013) al poder.

«Estoy muy molesta por lo que está ocurriendo en Venezuela. Creo que es un retroceso. Venezuela fue una de las primeras democracias (del continente), y durante mucho tiempo hubo un enfoque positivo sobre cómo resolver los problemas», aseguró.

Respecto al acercamiento con Cuba, el gran aliado del gobiern ode Caracas, Clinton deseó que los demás países del hemisferio se unan para «lograr un cambio pacífico» en Venezuela.

No dudó tampoco en apoyar la nueva estrategia de la Administración del presidente Barack Obama con La Habana, aunque sí manifestó su preocupación por las todavía existentes violaciones de derechos humanos en la isla.

«Era una cuenta pendiente desde hace mucho tiempo y trabajé por ello cuando era secretaria de Estado, porque creo que tenemos que hacer más de aquello que pueda resultar exitoso para ayudar a los cubanos, para que tengan más democracia, más libertad y oportunidades económicas», dijo.

«Me gustaría ver al resto de la región apoyando más la democracia en Cuba y defendiendo los derechos humanos del pueblo cubano a medida que vamos avanzando», consideró.

Estados Unidos y Cuba restablecieron sus relaciones diplomáticas y reabrieron embajadas en las respectivas capitales en julio pasado después de más de medio siglo de enemistad y siete meses después de que los presidentes Barack Obama y Raúl Castro sorprendieran al mundo con el anuncio de un proceso de acercamiento bilateral.

Respecto al embargo, aseguró que si llega a la Presidencia de Estados Unidos tratará de flexibilizar todo lo posible la situación, pero matizó que su levantamiento requiere la aprobación del Congreso, y para eso Cuba habrá de poner más de su parte.

Por otra parte, Clinton se confesó «impresionada» por el esfuerzo que está realizando Colombia con su proceso de paz, el cual tras el acuerdo sobre justicia transicional alcanzado el mes pasado entre el Gobierno colombiano y las FARC, se prevé sea rubricado el próximo marzo para poner fin a un conflicto armado de más de 50 años.

«Obviamente -añadió, no obstante- las FARC, los rebeldes, los insurgentes, tienen que aceptar entregar las armas y ser parte del sistema político y ser parte de la economía».

Volviendo a la campaña, Clinton se mostró motivada por «lo mucho que hay en juego en estas elecciones».

«Creo que el presidente Obama nos sacó de la gran recesión y creo que los republicanos nos llevarán de vuelta al mismo lugar que estábamos», dijo, y adelantó que, de llegar a la Presidencia, también «tumbarían» el plan sanitario conocido como «obamacare».

«No tienen otra filosofía que bajarle los impuestos a los ricos y que las empresas hagan lo que quieran. No van a abordar los problemas reales que está afrontando la gente», aseveró.