Consejo de Seguridad se reunirá para presionar por el fin de sitios en Siria

El encuentro llega después de que en los últimos días Naciones Unidas haya insistido repetidamente en la necesidad de facilitar la entrada de ayuda humanitaria en esas zonas, especialmente tras constatar la situación de la población en ciudades como Madaya, al noroeste de Damasco, que llevaban meses aisladas.

El objetivo de la ONU es lograr el levantamiento de los cercos antes de que el próximo día 25 comiencen las conversaciones de paz entre las partes del conflicto.

Los miembros permanentes del Consejo (Estados Unidos, Rusia, Francia, el Reino Unido y China) ya se comprometieron ayer con el enviado de la organización a Siria, Staffan de Mistura, para tratar de impulsar esa iniciativa.

El miércoles, una treintena de grupos rebeldes condicionaron su participación en la reunión de paz a que se apliquen las resoluciones del Consejo referidas al suministro de ayuda humanitaria, incluidas las ciudades sitiadas.

Según la ONU, todos los bandos son responsables de estas tácticas, que son consideradas «crímenes de guerra», según recalcó hoy el secretario general de la organización, Ban Ki-moon.

En total, Naciones Unidas calcula que unas 400.000 personas viven en localidades asediadas de Siria, mientras que unos 4,5 millones residen en áreas de difícil acceso para las agencias humanitarias.

El pasado lunes, a iniciativa de España y Nueva Zelanda, el Consejo de Seguridad ya abordó esa situación, que pese a ser una realidad desde hace mucho tiempo se ha colocado en los últimos días en el centro del debate sobre Siria.

Según dijo hoy el director de operaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja, Dominik Stillhart, uno de los motivos es que ahora mismo existe una «ventana de oportunidad» para avanzar hacia el fin de los asedios.