Manifiestan fracaso de campañas para disuadir inmigración de centroamericanos

Manifiestan fracaso de campañas para disuadir inmigración de centroamericanos

Tucson (AZ), 14 ene (EFEUSA).- El incremento en las cifras de menores sin acompañante y familias centroamericanas que han llegado a la frontera sur en los últimos meses ponen de manifiesto el fracaso de la campaña de la Administración Obama para desalentar esta inmigración, según expertos y activistas.

«Si bien las campañas de información fueron promocionadas fuertemente, la evidencia sugiere que la verdadera caída en las llegadas (de menores y familias) que se produjo después del verano de 2014 fue debido al aumento de los controles en México, junto con algunas medidas adoptadas por Estados Unidos», dijo hoy a Efe Doris Meissner, directora del Programa de Inmigración del Instituto de Políticas Migratorias (MPI).

«Lo que parece haber cambiado ahora es que los contrabandistas y los migrantes se han adaptado a los esfuerzos de los controles fronterizos en México, están encontrando maneras de evitar esos puestos de control y están utilizando otras tácticas, y por lo tanto están llegando a los Estados Unidos en un mayor número de nuevo», agregó.

A su vez, activistas aseguran que los esfuerzos del Gobierno de Estados Unidos trabajando en conjunto con Guatemala, Honduras y El Salvador de implementar diferentes campañas en medios de comunicación nacionales con la intención de disuadir la inmigración de menores y familias no tendrán efecto mientras no se solucionen los problemas de raíz.

«Estas campañas no pueden ser simplemente algo de publicidad, deben crear una estrategia amplia que busque solucionar los problemas que generan esta migración. Lo que Estados Unidos y el gobierno de México están haciendo es poniendo en riesgo la vida de estas personas al deportarlos a los lugares donde corren peligro de muerte», indicó hoy a Efe Christian Ramírez, director ejecutivo de la Coalición de Comunidades Fronterizas (SBCC).

«Las erradas políticas de endurecer las políticas fronterizas tanto en Estados Unidos como en México han sido un fracaso», enfatizó Ramírez, quien afirmó que las cifras seguirán en aumento durante el año.

«Se necesita tener soluciones viables para atender este fenómeno, como atender a las causas de lo que está generando la inseguridad en El Salvador, Honduras y Guatemala», insistió el activista.

Precisamente ayer el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, anunció el plan del Gobierno para «expandir» su programa de admisión de refugiados y acoger a ciertos inmigrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras que huyen de la violencia en sus países, mediante centros de procesamiento gestionados por la ONU.

El objetivo es ofrecer una alternativa segura y legal al peligroso viaje que muchos están tentados a empezar y que los hace una presa fácil para los traficantes de personas cuyo interés es meramente financiero.

Varias agencias trabajarán para identificar a los posibles beneficiaros de este amparo que serían las personas necesitadas de protección como refugiados.

Para los activistas, la preocupación por las acciones de la Administración Obama de realizar redadas y deportaciones para enviar un mensaje que detenga el flujo migratorio en la frontera podría dejar un baño de sangre en estos países.

Varios inmigrantes deportados a los países centroamericanos que habían expresado su temor de regresar fueron asesinados a los pocos días de ser deportados, según una investigación realizada por el diario británico The Guardian.

El reporte confirma tres casos separados en Honduras de hombres que recibieron disparos poco después de haber llegado a sus ciudades de origen.

Un estudio académico basado en notas de medios locales identificó unos 83 deportados de Estados Unidos que han sido asesinados en su regreso a El Salvador, Guatemala y Honduras desde enero de 2014.

«Es una realidad cotidiana en el triángulo norte a la que se enfrentan los deportados con el estigma o de llegar derrotados porque no alcanzaron su meta o el estigma de ser extraños en su tierra», comentó Salvador Sanabria, director de la organización El Rescate.

Sanabria relató varios casos de chantajes y asesinatos a los que se han visto expuestos inmigrantes salvadoreños cuando son repatriados a sus países.

Además calificó de «nulo» el efecto de las campañas de disuasión y persuasión para la inmigración de menores y familias.

«El mensaje de los riesgos que corren cruzando ha sido claro para la población que decide emigrar de manera irregular, sin embargo el infierno del que vienen escapando es peor a esos riesgos», puntualizó Sanabria.

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