Puerto Rico aguarda con esperanzas la visita del secretario del Tesoro

Puerto Rico aguarda con esperanzas la visita del secretario del Tesoro

San Juan, 17 ene (EFEUSA).- La visita la próxima semana del secretario del Tesoro de EE.UU., Jack Lew, a Puerto Rico ha alimentado las esperanzas de que Washington por fin permita a la isla acogerse a la Ley federal de Quiebras para gestionar así la deuda que asfixia su economía.

Al anunciar su primera visita en calidad de secretario del Tesoro, Lew explicó que viene dispuesto a debatir sobre la propuesta que el Gobierno de Barack Obama presentó al Congreso federal para ayudar a la recuperación de la isla.

En su visita, Lew se reunirá el miércoles, además de con el gobernador Alejandro García Padilla y su equipo económico, con Pedro Pierluisi, representante de Puerto Rico en Washington y líder del principal partido de la oposición; así como con representantes del ámbito empresarial y sindical.

Las esperanzas de que Washington incremente su grado de implicación se han visto además alimentadas por la carta que también esta semana el propio Lew remitió al presidente de la Cámara federal de Representantes, el republicano Paul Ryan.

En ella, afirmaba que «para encarar la crisis, Puerto Rico necesita legislación federal que ofrezca un proceso ordenado de reestructuración de sus deudas a la par que una fuerte supervisión fiscal independiente para remediar su historial de mala gestión fiscal».

«Esta combinación no es nueva y se ha mostrado efectiva en otras jurisdicciones de EE.UU. que enfrentaron crisis financieras como la que sufre Puerto Rico hoy», agregaba Lew sobre la propuesta de la Administración que de momento no ha sido ratificada por el Legislativo.

En ese sentido, urgía al Congreso «a aprobar legislación para que pueda ser firmada por el presidente Barack Obama a finales de marzo», lo que permitiría declararse en quiebra a las entidades públicas de esta isla de unos 3,5 millones de habitantes y con una deuda de 72.000 millones de dólares.

La propuesta del Gobierno incluye la exigencia de que se cree una junta federal que supervise de forma independiente la situación fiscal de la isla.

«Una reestructuración (de la deuda) y una supervisión legislada a nivel federal no le costaría nada a los contribuyentes y es esencial para encaminar a Puerto Rico de forma sostenida», apuntaba Lew, que también abogaba por mejorar los programas de atención sanitaria y fomentar la creación de empleo.

Hasta el momento se han celebrado seis vistas legislativas en el último año, pero los republicanos siguen sin admitir que Puerto Rico se pueda declarar en quiebra, al considerar que esa no sería la solución ideal para la isla.

«Solo el Congreso puede aprobar las medidas legislativas necesarias para resolver plenamente este problema. Seis audiencias legislativas se han celebrado por cinco diferentes comités en el pasado año. Es tiempo de que el Congreso actúe para proveer orden a una situación caótica que empeora», afirmaba Lew.

Mientras las autoridades de Puerto Rico llevan meses reclamando a Washington la inclusión en la Ley de Quiebras, también llevan tiempo negociando en paralelo con sus bonistas tratando de reestructurar la deuda.

«Puerto Rico ya ha caído en el impago», recordaba Lew en su escrito respecto al reciente impago de cerca de cien millones de dólares, y advertía que en mayo la isla tendrá que hacer frente de nuevo a 400 millones más.

Lew también remitió su escrito al líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, y a los portavoces de la minoría demócrata, el senador Harry Reid y la congresista Nancy Pelosi.

El secretario de Asuntos Públicos de La Fortaleza, Jesús Manuel Ortiz, insistió el viernes en que la visita de Lew es una continuación del trabajo conjunto que se lleva haciendo «por los últimos años» y que han propiciado «conversaciones periódicas» entre ambas partes: «En ocasiones (han sido) telefónicas y en ocasiones, ha sido el gobernador quien ha ido a Washington».

En una conferencia de prensa explicó que en esta ocasión fue el secretario del Tesoro quien le expresó al gobernador su interés por viajar a Puerto Rico y éste aceptó el ofrecimiento.

La economía de Puerto Rico lleva nueve años seguidos de recesión, y ha provocado una importante migración de residentes al EE.UU. continental, algo que no tiene visos de detenerse si el Gobierno no deja de destinar una gran parte de sus recursos a devolver la deuda y sus intereses, y si no se logran nuevas vías de crecimiento.

En su escrito Lew apuntaba que una media de 3.000 puertorriqueños abandonan cada semana la isla y que desde 2006 se ha ido cerca del 10 % de la población, al tiempo que la tasa de desempleo en la isla duplica a la de cualquier otro estado de EE.UU.

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