De Blasio se suma a coalición que pide solución para crisis de Puerto Rico

De Blasio se suma a coalición que pide solución para crisis de Puerto Rico

Nueva York, 28 jul (EFEUSA).- El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, se unió hoy a una coalición de políticos, sindicatos y grupos comunitarios que urgieron al presidente Barack Obama y al Congreso a permitir que Puerto Rico se declare en bancarrota para hacer frente a la crisis económica que afronta.

Rodeado de políticos puertorriqueños, como la presidenta del Concejo municipal, Melissa Mark Viverito, el alcalde De Blasio aseguró que el Gobierno federal no puede permanecer sin hacer nada ante una crisis «creada por errores de políticas federales que ahora deben ser corregidas».

De Blasio y la coalición se refirieron a una lista de acciones que aseguran la administración Obama puede tomar para dirigir a la isla a salir del estancamiento causado por la crisis.

Entre ellas que el Congreso elimine todas las políticas que colocan a la isla en desventaja económica, como la ley de cabotaje que establece que las mercancías transportadas entre los estados, territorios y posesiones de EE.UU se hagan a través de la marina mercante de este país.

Un estudio del Senado de Puerto Rico dado a conocer el pasado abril reveló que esta ley ha frenado la economía de la isla desde que entró en vigor en 1920.

«Si el Gobierno federal no hace algo, estará abandonando a 3,5 millones de ciudadanos que sólo están pidiendo justicia», afirmó durante la conferencia de prensa frente a la alcaldía, organizada por la Federación Hispana, la entidad latina más grande del estado.

La Federación convocó conferencias simultáneas en Washington y en Orlando, Florida, hogar de más de 850.000 boricuas y más de 4 millones de latinos «que están atentos a cómo el gobierno y los candidatos presidenciales responden a la crisis».

Las conferencias ocurrieron en momentos en que el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla sostiene reuniones en Washington con miras a buscar una solución a la crisis y promover el proyecto HR-870 que pide declarar la isla en bancarrota.

Puerto Rico afronta una deuda de 72.000 millones de dólares que no puede pagar y está a merced de los acreedores. «Es una situación inaceptable» y sólo el gobierno federal puede ayudar declarando a la isla en bancarrota, aseguró De Blasio.

El alcalde recordó que Nueva York es el hogar del mayor número de puertorriqueños en EE.UU, «una ciudad que no sería lo que es sin sus contribuciones y es mi obligación estar junto a ellos».

Por su parte, Mark Viverito hizo un llamado a la administración Obama para presentar un plan que atienda la crisis, que no puede tener una salida, afirmó, «a expensas de la clase trabajadora».

«Esto no es un privilegio, es un derecho de todo ciudadano», argumentó durante la conferencia, en la que activistas portaban carteles con mensajes de «Puertorriqueños somos ciudadanos» y «No somos ciudadanos de tercera clase».

La coalición advirtió además de las consecuencias políticas que puede tener la inacción en la crisis al destacar el gran número de puertorriqueños que han tenido que dejar su país y establecerse en Florida, un estado clave en las elecciones presidenciales.

«Nadie puede ganar sin la Florida», dijo Shirley Aldebol, la representante del poderoso sindicato SEIU, que está teniendo un papel activo en la búsqueda de una solución, quien advirtió que organizarán a los electores puertorriqueños y latinos en ese estado de cara a los comicios de 2016.

«Si algo sabe el movimiento obrero es organizar. Estamos comprometidos con pelear (por la isla) y lo haremos», añadió.

Por su parte, el senador estatal Gustavo Rivera dijo que la crisis de su país necesita atención inmediata, al igual que un paciente que llega a la sala de urgencias de un hospital.

«Hay cierto tratamiento médico que tiene que hacerse para estabilizar el paciente y detener el sangrado. Luego se brega con la enfermedad a largo plazo. Igualmente hay cosas que el presidente y el Congreso pueden hacer para detener esa sangre», argumentó.

La asambleísta Carmen Arroyo hizo un llamado por su parte a «inundar» con correos electrónicos a Obama, tras considerare que «se ha vuelto sordo ante las necesidades que vive la isla, porque tenemos que hacer que nos escuche».

Finalmente, el fiscal de cuentas de la ciudad, Scott Stringer, y la defensora del Pueblo, Letitia James, también se unieron al reclamo a favor de Puerto Rico.

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