Puertorriqueño recaba fondos para libro de aves residentes del Viejo San Juan

Y es que según explicó Román hoy a Efe, necesita unos 12.500 dólares para publicar esta obra de350 páginas, en español e inglés y con cientos de imágenes de las aves que éste ha retratado por los pasados casi dos años en la isleta de tres millas (siete kilómetros) de largo.

«Empecé tomando las fotos y ya, pero a mucha gente les gustaron y comenzaron a sugerirme documentarlo para la posteridad», relató Román, de 36 años y quien también trabaja para la organización ambiental Para la Naturaleza del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico.

Román, residente del Viejo San Juan desde 2001, detalla que de las 70 especies de aves que ha logrado retratar en este casos histórico colonial, al menos 15 de ellas son autóctonas y dos son endémicas: el zumbador verde y la reina mora.

La campaña para financiar la publicación de «Sonidos del avistamiento» -un proyecto que incluye además un pequeño documental escrito y dirigido por el autor- ha recogido, hasta el momento, un 30 % de los 12.500 dólares que necesita a través de la página http://igg.me/at/soundsofwatching/x/10989826.

«Hay algo de este libro tanto para los amantes de la fotografía, las aves y la naturaleza, como para personas que quieren adentrarse en el mundo de la ornitología, y ¿qué mejor lugar para ello que una ciudad tan conocida como el Viejo San Juan?», comenta el autor.

Todas las aves aparecen claramente identificadas, junto a una barra de frecuencia de avistamiento que permite al lector escoger el momento del año más apropiado para ver cada especie, así como una referencia a un mapa del Viejo San Juan con los lugares más adecuados para avistarlas.

Otros de los pájaros que Román ha fotografiado en el área, donde se ubican también algunos edificios históricos como el Capitolio (Parlamento) y La Fortaleza (sede del Ejecutivo), son golondrinas, gorriones, el perico monje, el pitirre, la reina común y el ruiseñor.

Asimismo, afirma que existen diez especies marinas que sobrevuelan la costa norte de San Juan como la boba parda, la gaviota gallega, el rabi junco y varios tipos de charranes o gaviotas, entre ellos, el charrán real.

Román resalta que en el Viejo San Juan, específicamente en la zona de La Puntilla -donde se localiza la Guardia Costera de EE.UU.- existen bosques costeros, pastizales y manglares, lo que ayuda a contar con una amplia variedad de ecosistemas en un espacio muy reducido.

Entre los animales más raros de ver y que se pueden contemplar en el libro, el autor destaca un oriole y también un pájaro gato, que solamente emigra en noviembre y se siempre que se sitúa en el mismo árbol, sin que se le halla visto alojarse en ningún otro.

Entre las asignaturas que reconoce que se le quedan pendientes está haber retratado al conocido como querequequé, que emigra en verano y que los vecinos aseguran haber escuchado cantar, pero él ha sido incapaz de fotografiarlo.

El hecho de que el Viejo San Juan sea una isleta favorece, según Román, «una gran diversidad natural» y atrae incluso rapaces, parúlidos y reinitas que migran desde EE.UU. y Canadá.

«Todo el mundo se sorprende cuando le digo la cantidad de aves que he fotografiado en una isleta tan chiquita», explica Román, quien considera que la clave es «tener mucha calma y dedicación», lo que permite «ver muchísimas especies de aves aquí mismo, sin salir de la ciudad».

El joven fotógrafo y artista asegura que ésta será la primera publicación dedicada expresamente a las aves que residen en el Viejo San Juan y el tercero en su clase en Puerto Rico, junto con los libros «Las aves de Puerto Rico en fotos» y «Birds of the Caribbean».

«Realmente hay muchos fotógrafos de aves que son muy buenos, pero ese grupo de imágenes que toman y no se publican, se pierde. La idea de mi libro es dar constancia a esta riqueza», explicó.