Activistas se comprometen a informar y hacer cumplir ley contra pesticidas

Activistas se comprometen a informar y hacer cumplir ley contra pesticidas

Los Ángeles, 5 oct (EFEUSA).- Campesinos hispanos y activistas piden que la reciente actualización federal agraria que amplía a los trabajadores del campo, muchos de ellos hispanos, la protección contra pesticidas se aplique efectivamente para que realmente proteja sus vidas.

La actualización del Estándar de Protección de Trabajadores anunciada la semana pasada por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) incluyó a los trabajadores del campo en normas de protección contra los pesticidas de los cuales habían sido excluidos en la década de 1970.

«Para nosotros lo más importante es que esto significa que quienes trabajan en los campos van a tener mucha más información sobre los químicos que se están aplicando, no sólo donde trabajan sino en las comunidades donde viven y donde juegan sus niños», manifestó hoy a Efe Virginia Ruiz, directora de Salud Ocupacional y Ambiental de Farmworker Justice de Washington D.C.

La abogada destacó que algunas de estas inclusiones «van a estar en efecto en 14 meses y otras en 18 meses» y resaltó que «lo que sigue es asegurar que la gente reciba la información».

Para Suguet López, directora ejecutiva de Líderes Campesinas de California, es importante que «se continúe el diálogo sobre la importancia de una agricultura económica y socialmente sostenible».

«Ha sido un paso importante hacia el derecho humano de trabajar en condiciones justas, seguras y saludables para miles de campesinos y campesinas en este país», declaró López en entrevista con Efe.

Por su parte, el presidente del sindicato Unión de Campesinos (UFW), Arturo Rodríguez, destacó que los trabajadores agrarios habían quedado excluidos de las protecciones contra los pesticidas desde la década de 1930.

El activista reclamó que el racismo forzó a la exclusión de los campesinos «cuando algunos miembros del Congreso dejaron muy claro que no querían que los trabajadores negros o morenos disfrutaran de los mismos derechos y protecciones de los trabajadores blancos».

Rodríguez afirmó que «esa discriminación continuó cuando los trabajadores agrarios quedaron excluidos de las protecciones contra los pesticidas extendidas para todos los demás trabajadores de EE.UU. en la década de 1970 por el Departamento del Trabajo».

«Ahora vamos a comenzar unos programas de información en Arizona y en otros estados del país con gran cantidad de trabajadores del campo para educarlos e informarles cuáles son los cambios y cuándo comienza la aplicación de estas nuevas reglas», dijo hoy a Efe Rodríguez.

El efecto de los pesticidas en los trabajadores del campo ha sido un duro impuesto de salud que han tenido que pagar estos campesinos, muchos de ellos inmigrantes.

Cada año se reportan entre 10.000 y 20.000 envenenamientos por pesticidas diagnosticados entre cerca de 2 millones de trabajadores agrícolas, según calcula la EPA.

No obstante, muchos trabajadores por falta de conocimiento o incluso por temor no reportan estas situaciones a las autoridades.

«La misma gente dice que no tiene caso perder el tiempo poniendo una queja porque el gobierno no va a hacer nada», aseguró López.

Su experiencia como activista comunitaria también le ha mostrado que a veces incluso en los hospitales «por falta de recursos» no se diagnostica correctamente el envenenamiento y sus síntomas luego «se confunden con una infección intestinal o un virus de temporada».

Ahora, uno de los logros más importantes que se obtuvo, según declaró a Efe Andrea Delgado, abogada sénior de Earth Justice, fue establecer una edad mínima de 18 años para los trabajadores que aplican los pesticidas.

«Antes no había límite de edad. Hemos hablado con niños que han tenido la responsabilidad de aplicar estos pesticidas que no han sido entrenados, no tienen el equipo de protección personal apropiado y no saben cuáles son los químicos que están aplicando», aseguró Delgado.

La abogada destacó que «ni siquiera sus propios cuerpos están desarrollados, son más susceptibles al veneno y tampoco tienen la capacidad emocional de entender el riesgo que están poniendo en su vida».

Otros trabajadores han sido testigos de fumigación aérea sobre campos donde los campesinos están desempeñando sus labores.

«Yo he sido testigo de un avión fumigando con pesticidas sobre un campo lleno de trabajadores», denunció María Aguilera, una trabajadora agrícola de Santa María, en un informe de Earth Justice titulado «El secreto tóxico de una taza de ensalada de California».

«Comencé a trabajar en los campos con mis padres a los seis años de edad», contó en su testimonio Olga Santos.

«Vivíamos en una camioneta ‘van’ estacionada al lado de los campos. La mayor parte del tiempo dormíamos con la misma ropa con la que trabajábamos. Y aún, si nos cambiamos la ropa, los químicos todavía quedaban en la camioneta», dijo Santos en su cuento sobre la contaminación por pesticidas.

Por todo esto, una de las metas urgentes de los activistas es la educar a los trabajadores y vencer las barreras para que denuncien los casos.

«Es muy positivo, pero hay mucho por hacer para que los campesinos sepan de esta nueva regla que nos acerca a condiciones humanamente más justas», concluyó López.

Deja un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos estan marcados con *

Cancel reply