ntes de entrar al nuevo milenio, General Motors era el amo absoluto en la industria automotriz mundial. Pero sus malas decisiones, y malos productos, han hecho que la automotriz haya caído al cuarto puesto mundial, y parece que su caída libre no tiene un piso. En los últimos 15 o 20 años, digamos a partir
ntes de entrar al nuevo milenio, General Motors era el amo absoluto en la industria automotriz mundial. Pero sus malas decisiones, y malos productos, han hecho que la automotriz haya caído al cuarto puesto mundial, y parece que su caída libre no tiene un piso.
En los últimos 15 o 20 años, digamos a partir del 2000, GM compró una participación del 20 por ciento en Fiat Auto con $ 2.4 mil millones en acciones, y luego gastó $ 2 mil millones para comprar su salida del trato en 2005.
Para el 2004, la automotriz eliminó a Oldsmobile y años más tarde borraron de su espectro a Pontiac, Saturn, Hummer y la sueca Saab.
Lo de Saturn, solo tienen que ver el documental “Roger and me”, donde su ex CEO Roger Smith, quiso salir a competir con los japoneses creando una marca para competir con los buenos productos del país del sol naciente. Gasto 6 billones de dolares. Gran error.
Para salvar su bancarrota, las marcas fueron cerradas, y fue doloroso de ver a muchos de los concesionarios que se cerraron con el despido de miles de empleados.
La automotriz había cerrado sus libros en 2008 con números rojos de 30.900 millones de dólares. El director general de GM, Rick Wagoner, encabezó la delegación en Washington buscando fondos del gobierno para salvar a la industria y evitar la bancarrota.
El 1 de junio del 2009, General Motors se declaró en bancarrota en Nueva York, con 82.000 dolares en activos y 173.000 dolares de pasivos. Fue la mayor quiebra industrial de la historia.
La frutilla al postre, llego con la bancarrota de la automotriz, dejando al gobierno y con recursos públicos, salvandola monetariamente.
A partir de ahí, la compañía nunca ha sido la misma, y el consumidor que ha tenido en el pasado una fe inquebrantable en General Motors, se ha ido.
Antes de la caída de Oldsmobile yo había predicho que no había manera que la compañía compita con sus vetustos modelos, ante la avanzada japonesa.
Para el 2006 en una presentación del Saturn en el auto show de Miami, predije que estos vehículos ya no podían competir con nadie. En ese momento un par de periodistas de autos, o los que dicen saber de autos, se pusieron a decir que Satun es la mejor competencia de GM ante los japoneses. Hoy esos llamados periodistas no están más en el ambiente.
Por el lado del mercado hispano es peor. Ya que no tienen un serio portavoz hacia la comunidad, y el que aparece de turno, no tiene la menor idea de los medios que mueven el mercado.
Hoy en día, GM está tratando de resolver sus problemas, y reforzar sus modelos más competitivos, pero de a poco se va desvinculando del mercado global.
La fabricación de sus modelos en Australia se está cerrando, donde Holden ha sido una subsidiaria de GM desde 1931, y donde se han formado buenos ejecutivos para la automotriz.
El nuevo jefe de diseño de GM, Mike Simcoe, viene de Australia, un producto de los días en que GM tenía un personal de diseño próspero en Holden.
Australia siempre fue un centro de talento y un campo de entrenamiento para ejecutivos estadounidenses y europeos. Hoy es parte de los recuerdos.
Hace poco cerro sus operaciones en la India. Un mercado en pleno crecimiento. Los concesionarios de aquel país, habían buscado la intervención del Primer Ministro, por supuestos engaños hechos por parte del fabricante de automóviles estadounidense. Todavía no se ha resuelto el problema.
Sus subsidiarias europeas con base en Alemania y el Reino Unido, Opel y Vauxhall, fueron vendidas a PSA (Peugeot Citroen), en una operación donde lo dejaría otro puesto más abajo del ranking mundial de fabricantes.
Opel se convirtió en parte de GM en 1929. Durante generaciones, su sede en Ruesselsheim, Alemania, ha sido una tremenda fuente de ingeniería de conocimientos y talento.
Es difícil ver cómo General Motor se desprendió de Opel y Vauxhall, que no sólo representaban una gran parte de las ventas europeas, ya que además este grupo del viejo mundo, estaba profundamente ligada a la sede de Detroit y al resto del mundo con la automotriz.
Cuál es el próximo paso de esta estrepitosa caída ?. A nadie le sorprendería que General Motors cortara sus lazos con Sudamérica, donde ha estado perdiendo mucho dinero.
General Motors fue uno de las primeras automotrices que puso su pie en China, y saco sus frutos siendo líder, pero ya no, ya que aquí se le está acabando la gasolina, debido al avance de sus competidores con mejores productos de mercados globales que están carcomiendo los cimientos que la automotriz solidificó en el país asiático.
Cadillac una marca que fue considerada de lujo, o quizás lo siga siendo, y que sostiene por sus grandes SUV’s, ya estaría en serios problemas en China.
Como las demás automotrices y por las reglas del gobierno China, General Motors debe contar con socios de ese país para poder fabricar y vender sus productos, y su futuro no depende directamente de ellos, porque no se sabe que pudieran hacer sus socios en caso de algún fuerte bajón en ventas. Los chinos como socios no son muy confiables.
General Motors ya había tenido sus aventuras con los japoneses de Suzuki e Isuzu, y los Coreanos de Daewoo. Así le fue.
Últimamente sus productos han tenido serias revisiones. La mayoría de sus modelos no tienen ni de cerca la fiabilidad y los valores residuales de su competencia.
Salvo los SUV’s, los sedanes de las marcas Chevrolet, Buick y Cadillac, ya no pueden competir con sus pares japoneses o alemanes en calidad. Ni con la calidad de Ford. Su real y única competencia son los modelos de Fiat Chrysler, que de a poco ha venido descontinuando sus sedanes económicos.
Los ejecutivos de GM dicen que el mundo ha cambiado dramáticamente en las últimas décadas y que están haciendo lo que tienen que hacer para subsistir, y poder estar bien con los accionistas. Wall Street que le viven exigiendo cambios estructurales, por las constantes caídas de sus cotización.
Independientemente de lo que suceda, el actual liderazgo de General Motor parece dispuesto a hacer lo que sea necesario para revivir sus marcas, creando modelos eléctricos y autónomos para el futuro.
Creo que GM está haciendo lo que tiene que hacer para revivir. La empresa no sólo debe sobrevivir, sino que debe de ganar dinero para seguir funcionando y dejar contentos a sus enojados accionistas.
La conclusión final de toda esta caída es simple, ya que no hay suficiente consumidores que quieran comprar sus vehículos, y la competencia ha progresado con mejores modelos y calidad.
General Motor el emblema triunfante del modernismo norteamericano del siglo XX, que llegó a convertirse en el principal productor de los vehículos del planeta, ha terminado por sucumbir ante los efectos de una impagable competencia, y una deuda financiera que no lo dejo respirar.
Pero lo que fue, ya fue, y General Motors será recordado como aquel gigante automotriz que saco los más grandes limones del mercado y dejo muchos consumidores mal humorados en el camino.
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