La Habana, 20 jul (EFE).- La hasta ayer Sección de Intereses de EEUU en Cuba reabrió esta mañana sus puertas, ya como Embajada, en medio de un ambiente de expectación, sobre todo mediático, y con las habituales filas de cubanos en el entorno del edificio para solicitar o tramitar visados para viajar al país vecino.
Decenas de medios de comunicación internacionales se han congregado desde la madrugada en los alrededores del edificio, ubicado en pleno Malecón de La Habana, para cubrir esta jornada que abre una nueva etapa entre dos países que han sido enemigos durante más de medio siglo y que restauran hoy unos lazos diplomáticos rotos desde 1961.
El acontecimiento no alteró la habitual imagen en esa zona de centenares de cubanos que acuden diariamente con cita previa a la sede diplomática estadounidense para realizar trámites migratorios y que también guardaban este lunes el orden normal en la cola para acceder al edificio.
En esa cola, las reacciones de los cubanos ante el restablecimiento diplomático fueron de esperanza y entusiasmo ante la nueva etapa que abren Cuba y Estados Unidos, aunque también con dosis de cautela.
Yuniet Romeo, una mujer de 30 años de Santiago de Cuba, señaló a Efe que espera que «se agilicen» los procedimientos de los viajes temporales para los cubanos que quieren ir a ver a sus familiares que residen en Estados Unidos y también a la inversa.
No faltaron tampoco los visitantes curiosos que, desde primera hora de la mañana, se acercaron a la Embajada estadounidense para vivir el momento, como el caso de varios turistas de Brasil, Puerto Rico y México, entre otros, deseosos de ser parte de «este día histórico».
Una de ellos, Anastasia Romero, mexicana de origen cubano, de 20 años y de visita en la isla por primera vez, manifestó que se acercó a la zona para celebrar «la unión de dos países que nunca debieron separarse».
Otra de las notas de color esta mañana en los alrededores de la sede diplomática fueron las banderitas con la fecha del 20 de julio de 2015 que portaban algunos cubanos que trabajan en la Embajada al salir del edificio.
Cuba y Estados Unidos, enemistados durante más de medio siglo tras el triunfo de la Revolución castrista, inauguran hoy una nueva era con el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas, rotas en 1961, y la reapertura de sus embajadas en La Habana y Washington.
Desde hoy es formalmente efectiva esa restauración diplomática y con ello las hasta ahora secciones de intereses de ambos países se convierten en embajadas, lo que culmina la primera fase del histórico deshielo anunciado hace siete meses, el 17 de diciembre de 2014, por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.
Este mismo lunes, la bandera de Cuba volverá a ondear en su sede diplomática de Washington, con una ceremonia solemne que encabezará el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y a la que asistirán más de 500 invitados.
En La Habana, sin embargo, Estados Unidos reabrió su embajada sin ceremonia oficial, un acto que tendrá lugar cuando en algún momento de este verano visite la isla el secretario de Estado de ese país, John Kerry.
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