Houston (EEUU), 22 may (EFE).- El comisionado del béisbol de las Grandes Ligas, Rob Manfred, volvió a mostrar su interés y optimismo de que el próximo año se pueda jugar algún partido de exhibición en Cuba después que ambos países continúan en el proceso de normalizar sus relaciones diplomáticas.
El presidente Barack Obama anunció el pasado diciembre sus intenciones de restablecer las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba.
Los equipos de las Grandes Ligas jugaron partidos de pretemporada en Cuba antes de la revolución encabezada por el expresidente Fidel Castro, dado que el béisbol es el deporte pasatiempo principal en la isla.
El propio Castro es un ferviente seguir del mismo y el equipo nacional de béisbol se convirtió en el símbolo del deporte olímpico cuando fu incluido como oficial en los Juegos de Barcelona 1992 hasta que lo eliminaron después de los Pekín 2008.
La actividad de las Grandes Ligas en Cuba se cortó a partir de marzo de 1959 hasta que los Orioles de Baltimore enfrentaron a la selección de Cuba en La Habana, en marzo de 1999.
Desde entonces, las Grandes Ligas no han regresado a Cuba y Manfred considera que ha llegado la hora de que esto vuelva a suceder cuando cada vez son más los peloteros de la isla antillana que ya están en las mayores.
«Me gustaría decir que haremos algo en Cuba en la primavera», señaló Manfred. «Sigo optimista sobre ello».
Mientras el comisionado también se posicionó con relación al asunto de los bonos que los Yanquis de Nueva York tendrán que pagar al toletero de origen dominicano Alex Rodríguez por los logros deportivos conseguidos y que están establecidos en el contrato.
El último el de darle seis millones de dólares si empataba la marca de jonrones de Willie Mays como el cuarto mejor jonronero de la historia.
En diciembre de 2007, cuando Rodríguez firmó un contrato por 10 años y 275 millones de dólares con los Yanquis, las dos partes accedieron también a un acuerdo por separado que contemplaba un pago de seis millones al alcanzar cada uno de cinco hitos posibles.
La bonificación debía pagarse en un plazo de 15 días después de que el club reconociera el logro.
Para conseguir esos premios monetarios, A-Rod debía llegar a 660, 714, 755, 762 y 763 cuadrangulares. A cambio de cada hito reconocido, el toletero cedería a los Yanquis derechos de comercialización para usar por ejemplo su nombre e imagen en la venta de distintos artículos.
El 1 de mayo, Rodríguez llegó a 660 jonrones, pero Nueva York se negó a realizar el pago. Los Yanquis indicaron que cubrir el pago era un derecho del equipo, no una obligación.
«Los Yanquis tienen una postura legal bien firme y establecida», señaló Manfred, que está en su primer año en el cargo de comisionado y fue clave como representante legal a la hora de sancionar a Rodríguez con un año de suspensión por dopaje, que cumplió la pasada temporada.
A-Rod regresó a los Yanquis este año con el equipo y bajo los términos del contrato colectivo de las mayores, debe presentarse una queja en los primeros 45 días posteriores a que ocurra el hecho que la motiva, a menos que las partes acuerden un cronograma distinto.
Salvo que se llegue a un arreglo, el caso sería atendido por un juez de arbitraje.
«Si hay una disputa sobre esto, se manejará con el curso ordinario», anticipó Manfred.
Rodríguez batea para .246 con 10 jonrones y 22 producidas a pesar que la mayoría de los partidos lo ha hecho como bateador designado.
«Alex ha hecho un gran trabajo para volver tras una situación difícil», destacó Manfred. «Siempre que un pelotero es suspendido le es difícil volver al terreno, y ustedes saben que él ha jugado bien. Me alegro por él».
Por su parte, Rodríguez sigue sin hacer ningún tipo de declaración relacionado con el asunto y reitera que su único objetivo es salir al campo, jugar, hacerlo bien y ayudar a los Yanquis a ganar partidos.
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