No quiero irme de los campos de fútbol en un bajo nivel, afirma Marcos Senna

«Estoy encantado en el Cosmos pero como futbolista siempre me he exigido lo máximo. Me siento bien físicamente pero siempre he tenido claro que no quería irme de los campos de fútbol a un bajo nivel», dijo hoy en una entrevista con Efe el centrocampista hispanobrasileño.

Senna anunció esta semana su intención de colgar las botas en noviembre próximo una vez que termine la actual temporada en la North American Soccer League (NASL), la segunda división de EE.UU., liga en la que milita el Cosmos de Nueva York.

«Voy a cumplir 39 años el mes que viene, es una buena edad y un buen momento para dejar el fútbol después de 19 años de carrera. No tengo molestias ni lesiones graves, pero ya es hora de pensar en mi vida post-fútbol», afirmó el exjugador del Villareal de España.

Su idea inicial, pactada con su familia, era poner fin a la aventura americana en julio y marcharse a España, pero el gerente del equipo le pidió que se quedara al menos hasta noviembre porque están haciendo una temporada muy buena en el Cosmos.

«Al final acepté quedarme, pero después nos volvemos a España, porque es donde mi familia está más a gusto», dijo Senna. «Es donde nos sentimos más como en casa, también está el tema del clima y del idioma», añadió.

Sobre sus planes más inmediatos de cara al futuro, Senna explicó a Efe que una vez que se termine la temporada tendrá con el club neoyorquino un contrato por dos años para ser embajador del Cosmos en España.

«La gente me pregunta si quiero ser entrenador y yo creo que no tengo vocación, pero no lo descarto. Está en lo último de mi lista. No sé, quizá trabajar en la tele, como comentarista, cualquier cosa pero siempre ligado al fútbol», subrayó.

Cuando le piden un balance sobre sus años como profesional, Senna asegura sin pensarlo que debutar en la selección española en 2006 fue «la guinda del pastel» y no duda al responder que el mejor momento de su carrera fue ganar la Eurocopa en 2008.

«Mi carrera, como la de tantos otros, fue muy difícil y muy dura al principio. Me pasó en Brasil, donde nunca llegué a ser un jugador con mucho nombre, y al principio en España, pero al final conseguí mi sueño, que era triunfar en Europa», añade con nostalgia.

Por eso recuerda con tanto cariño los once años que pasó en el Villareal, equipo en el que jugó 363 partidos, con el que marcó 31 goles y con el ganó la Copa Intertoto en 2003 y un año más tarde llegó hasta semifinales de la Copa de la UEFA.

«Después nada como rematar mi carrera en el Cosmos de Nueva York. La verdad, me siento un afortunado y me voy del fútbol con una alegría muy grande, porque han sido años de mucho esfuerzo pero también de grandes satisfacciones», añadió el hispanobrasileño.