San Diego (CA), 20 oct (EFEUSA).- La escuela preescolar "Mi escuelita", especializada en el tratamiento de niños que se han visto afectados por violencia doméstica, ayuda a estos menores a superarse ofreciendo un programa único en todo California.
«Mi Escuelita» nació hace casi una década ante la falta de un espacio especializado para víctimas de esta problemática en aumento y en un intento por romper el ciclo de violencia al que han estado expuestos en sus hogares.
Líderes locales se percataron en aquel entonces que frecuentemente los niños entre los tres y cinco años que habían sido impactados por la violencia en sus casas, eran rechazados de escuelas o estancias infantiles debido a que mostraban problemas de comportamiento.
Fue así como este proyecto abrió sus puertas, y pese a que en un inicio se tenía cupo para 30 estudiantes, la necesidad ha sido tan grande que hoy en día reciben a 72 menores a la par que existe una amplia lista de espera.
El programa terapéutico, que ha recibido apoyo de los tres niveles de gobierno, es posible gracias a una alianza entre el Distrito Escolar Primario de Chula Vista y Servicios Comunitarios del Sur de la Bahía.
«Mi Escuelita ha hecho un gran trabajo, quisiéramos que no hubiera necesidad de contar con lugares como este, pero lo que hacen aquí es increíble», expresó Jesse Navarro, vocero de la Fiscalía del condado de San Diego.
A nivel nacional, se estima que cada año más de tres millones de niños son testigos de violencia doméstica. Las afectaciones, tan solo por estar expuestos, van desde depresión, comportamiento violento, limitada habilidad verbal o bajo rendimiento escolar.
«Hay niños aquí que han oído la violencia, la han mirado desde que están chiquitos y eso les afecta mucho», dijo Patty Chávez, directora de Comunicación para Servicios Comunitarios del Sur de la Bahía, organismo del cual depende este programa.
«Mi Escuelita», ofrece un balance entre apoyo psicológico y educativo, además que brinda un espacio para que niños que han sido afectados por este problema puedan compartir con otros que pasan por la misma situación.
«Todos tienen la misma experiencia, no hay vergüenza de hablar de lo que están pasando, entonces se ayudan entre ellos», dijo Chávez.
Este espacio, cuenta con terapeutas y maestros especializados que pueden tratar con menores que han pasado por situaciones muy difíciles, inclusive, algunos de ellos han atestiguado la muerte de alguno de sus padres.
Francisco Escobedo, superintendente del Distrito Escolar Primario de Chula Vista, recalcó que la intención es atender a víctimas desde temprana edad y evitar repercusiones en su desarrollo, educación y futuro.
«Si uno piensa en los efectos a largo plazo y lo que puede ocasionar en la mente de estos niños, puede ser devastador», comentó el académico.
«Tiene los mismos efectos, según hemos descubierto, que un soldado que ha estado en Afganistán por tres o cinco años», detalló.
En sus primeros años de operación, los egresados de esta escuela han mostrado resultados prometedores tanto a nivel emocional como académico.
Según un estudio hecho por la Universidad de California San Diego (UCSD), alumnos de «Mi Escuelita» han registrado un rendimiento igual o mejor que niños de otras instituciones educativas en materias como lectura, escritura o matemáticas.
María Navarro, quien es voluntaria en la escuela desde hace tres años, indicó que es esperanzador ver el progreso que los niños muestran al terminar el programa e ingresar de manera exitosa a la educación primaria.
«Los ves muy diferentes, más disciplinados y más contentos», manifestó.
Un reporte de la Asociación de Gobiernos de San Diego (Sandag) señala que en 2014 se registraron 16 mil 897 incidentes, un aumento del dos por ciento en comparación al año anterior. A su vez, 16 personas fueron asesinadas por sus parejas, un incremento de siete casos.
Ante estos números, autoridades en San Diego ya contemplan la posibilidad de abrir más escuelas preescolares especializadas en víctimas de violencia doméstica y extender este servicio en otros puntos del condado.
Por otro lado, datos proporcionados por el Departamento de Policía de Chula Vista muestran un incremento del 24 por ciento en llamadas de emergencia relacionadas con esta ofensa.
Pese a ello, las autoridades destacan que los números reflejan una mayor conciencia en la comunidad, ya que ahora, son más propensos a denunciar estas agresiones ante las autoridades.
«Sabemos que dentro de las comunidades latinas y filipinas, tienden a quedarse con sus problemas y no reportarlos y eso está cambiando ahora», comentó la alcaldesa de Chula Vista, Mary Salas.
«Debemos apoyar a estas mujeres y hombres que están involucrados en esta situación, y decirles que está bien (denunciar), hacer que el estigma desaparezca y que no se sientan avergonzados por denunciar», concluyó.
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