Tokio, 20 may (EFE).- El Gobernador de Okinawa, Takeshi Onaga, afirmó hoy que los habitantes de esta prefectura nipona "nunca permitirán" al Ejecutivo central y a Washington construir la polémica nueva base militar estadounidense en la zona.
En una rueda de prensa celebrada hoy en Tokio, Onaga recalcó su rechazo a la reubicación de las instalaciones militares de Futenma, un proyecto atascado desde hace casi una década por la fuerte oposición de los políticos y de la población local.
«La base no podrá construirse porque la gente de Okinawa no va a permitirlo. Estados Unidos tiene que entender el sentir de nuestro pueblo», afirmó Onaga, quien llegó al poder en noviembre tras una campaña centrada en el rechazo a la presencia estadounidense en estas islas.
El político conservador trasladará este mensaje a Estados Unidos durante su visita a este país entre el 27 de mayo y el 5 de junio, con la que espera «concienciar al Gobierno y a la población» estadounidenses.
La nueva base aérea, cuya fase inicial de construcción comenzó el pasado marzo, «supone una grave amenaza» para los arrecifes de coral de la zona, un hábitat protegido y que alberga a numerosas especies marinas autóctonas, subrayó Onaga.
Las nuevas instalaciones militares estarían situadas en la bahía de Henoko, en la localidad de Nago, al norte de la isla de Okinawa.
La actual Futenma, de 480 hectáreas, se ubica en el mismo centro urbano de la localidad de Ginowan (94.000 habitantes), rodeada de viviendas y edificios públicos, lo que durante años ha generado protestas de sus ciudadanos por el ruido y por la posibilidad de que se produzcan accidentes.
El traslado de la base es un punto clave del plan de redistribución de las tropas estadounidenses desplegadas en Japón, pactado entre Washington y Tokio en el marco de su Tratado bilateral de Seguridad.
A juicio de Onaga, se trata de un acuerdo «contrario a los principios democráticos» e «injusto e indigno para la población local», ya que hace que Okinawa «siga cargando con el mayor peso de la presencia de tropas estadounidenses en Japón».
En los últimos meses, coincidiendo con el inicio de las obras de la nueva base, se ha intensificado el enfrentamiento entre Tokio y el Gobierno local sobre el tema, así como las protestas en las zonas afectadas.
El pasado domingo, unas 35.000 personas participaron en una concentración contra el traslado de las instalaciones militares, convocada cuando se cumplía el 43 aniversario de la devolución a Japón de esta región, que permaneció casi 30 años bajo el control de EEUU.
Okinawa alberga a más de la mitad de los cerca de 47.000 efectivos que EEUU mantiene en Japón, así como al 74 por ciento de las instalaciones militares estadounidenses en el país asiático.
Una quinta parte del suelo de la isla principal de este archipiélago es terreno militar estadounidense.
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