Los Ángeles, 1 oct (EFEUSA).- El porcentaje de niños y adolescentes obesos en el Sur de California disminuyó durante los pasados dos años, reveló un nuevo estudio.
La investigación realizada por Kaiser Permanente del Sur de California y publicada en la revista Pediatrics este miércoles encontró que la reducción se dio en todos los grupos étnicos, pero en los niños latinos fue muy menor.
Y aunque el descenso es mínimo, los resultados mostraron que la intervención temprana estaría ayudando a detener uno de los problemas que más aqueja a la población hispana en el Estado Dorado.
«Los pediatras están tomando un rol más activo sobre este tema. Estamos tratando de incorporar a toda la familia, incluso los abuelos y las personas que cuidan a los niños, tenemos que quitar la idea que mientras más gordito el niño es más sano», reveló a Efe Daisy Dodd, pediatra de Kaiser Permanente.
La reducción más significativa en el sobrepeso y la obesidad se dio en niños de 6 a 11 años, o sea la población de menores que están cursando la primaria, mientras que el segundo grupo que presentó un descenso lo constituyeron los pequeños de dos a cinco años.
Dood aseguró que en su consulta ha visto niños de tan sólo tres años que están sufriendo de presión alta, un problema derivado del aumento de peso.
«El sobrepeso en la infancia pone a los niños en riesgo de desarrollar diabetes, tener problemas con los riñones, el corazón, la presión, pérdida de la vista, heridas que no sanan rápido», advertió la pediatra.
En los últimos 30 años el índice de obesidad se duplicó en niños y se cuadruplicó en adolescentes y según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) aproximadamente el 17 por ciento de los niños estadounidenses son obesos.
El estudio de Kaiser encontró que la tasa de obesidad en los niños del Sur de California bajó del 19,1 por ciento registrado en el 2008 a 17,5 por ciento en el 2013.
De acuerdo a la doctora Corinna Koebnick, coautora del estudio, pese a que el descenso, sobre todo en la obesidad de la primera infancia, es todo un éxito, los esfuerzos se tienen que centrar en el grupo que no se benefició tanto.
«Es más fácil hablar con un niño sobre la obesidad y que te escuche. Con los adolescentes es un grupo más complicado y es donde hay que hacer mayor esfuerzo para educarlos sobre la seriedad del problema», aseguró Dodd.
Deja un comentario
Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos estan marcados con *