Washington, 21 oct (EFEUSA).- El presidente Barack Obama presentó hoy nuevas medidas para combatir la adicción a la heroína y los analgésicos opiáceos, un problema que se ha convertido en epidémico en muchos puntos del país y que, según recordó, "se está cobrando vidas y destruyendo familias".
Obama visitó Charleston, en Virginia Occidental, el estado con la tasa más alta de muertes por sobredosis de todo el país y que es más del doble que el promedio nacional.
Bajo las nuevas iniciativas anunciadas hoy por el presidente, las agencias del Gobierno federal deberán facilitar a sus proveedores de atención sanitaria la capacitación necesaria sobre la prescripción de opiáceos.
Además, los planes de salud públicos deberán revisar sus directrices para proporcionar y cubrir tratamientos contra el abuso de medicamentos recetados y el consumo de heroína.
Asimismo, Obama anunció compromisos del sector privado para ampliar el acceso al medicamento Naloxone, que permite revertir en el cuerpo el efecto de la sobredosis, entre los equipos de respuesta a emergencias de la Policía o los bomberos, así como para una nueva campaña de sensibilización con anuncios en televisión, prensa escrita e internet.
«Todos tenemos un rol que jugar», subrayó el presidente al asegurar, además, que no se puede luchar contra esta epidemia sin eliminar el «estigma» asociado a los adictos.
En su discurso, Obama confesó estar «alucinado» con algunas de las estadísticas recientes sobre la adicción a la heroína y los opiáceos.
Entre ellas, el presidente citó que en 2013 las sobredosis por analgésicos opiáceos recetados mataron «a más de 16.000 estadounidenses».
De acuerdo con la Casa Blanca, hoy más estadounidenses mueren cada año por sobredosis de drogas que en accidentes de tráfico.
Además, en 2012 se prescribieron 259 millones de recetas de analgésicos opiáceos, lo que equivale a un frasco de píldoras para cada adulto estadounidense, y cuatro de cada cinco consumidores de heroína comenzó su adicción a esa droga a raíz de un mal uso de los opiáceos recetados.
La tasa de muertes por sobredosis de heroína en el país se multiplicó casi por cuatro entre 2002 y 2013, cuando era de 2,7 por cada 100.000 personas, según datos recientes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El encargado de presentar hoy al presidente, quien también participó en un foro con ciudadanos de Charleston, fue Jordan Coughlen, quien lleva 22 meses en recuperación por adicción a los opiáceos y confesó haber estado en coma durante cinco días por una sobredosis accidental.
«El tratamiento es efectivo y la recuperación ocurre», enfatizó Coughlen al relatar su experiencia.
En agosto pasado, la Casa Blanca anunció una nueva Estrategia de Respuesta a la Heroína, dotada con 2,5 millones de dólares y centrada en el tratamiento de los adictos frente a su criminalización y persecución judicial.
La visita de Obama a Charleston se enmarca, además, dentro de una campaña más amplia para promover una reforma del sistema de justicia penal del país, con el fin de reducir las sentencias a los condenados por delitos no violentos relacionados con las drogas, que afectan principalmente a los hispanos y a los negros.
En las últimas décadas «hemos encarcelado a más delincuentes no violentos que nunca antes, por más tiempo que nunca», sostuvo el presidente el pasado sábado al recordar que EEUU alberga al 25 % de los presos de todo el mundo, con unos 2,2 millones de personas en sus prisiones.
Dentro de esta campaña, Obama encabezará este jueves un foro en la Casa Blanca sobre el sistema de justicia penal junto con Bill Keller, editor jefe de «El Proyecto Marshall», una organización no partidista y sin ánimo de lucro que presiona a favor de una reforma.
Además, el próximo martes, Obama prevé intervenir ante una conferencia de jefes policiales en Chicago.
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