Las dudas sobre China y Brasil rebajan las previsiones globales del FMI para 2016

Las dudas sobre China y Brasil rebajan las previsiones globales del FMI para 2016

Londres/Washington, 19 ene (EFE).- Las dudas sobre la desaceleración de China y la profunda recesión de Brasil marcan a la baja las previsiones globales del FMI, divulgadas hoy, que se sitúan en el 3,4 % para 2016 y en el 3,6 % para 2017.

En ambos casos, se trata de dos décimas menos de lo previsto en los anteriores cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI) dados a conocer en su asamblea anual de octubre de 2015 en Lima.

«Las revisiones pueden atribuirse principalmente a Brasil, cuya recesión (causada por la incertidumbre política en medio de las secuelas ininterrumpidas de la investigación de Petrobras) está demostrando ser más profunda y prolongada de lo esperado; a Oriente Medio, cuyas perspectivas están condicionadas por la caída de los precios del petróleo, (…) y a la desaceleración de China», apunta el organismo en su informe de «Perspectivas Económicas Globales».

China mantiene sin cambios sus pronósticos, con un crecimiento económico estimado de 6,3 % este año y del 6 % para 2017, dentro de un proceso de ralentización continuado tras cerrar 2015 en el 6,9 %, de acuerdo con los datos del FMI.

En declaraciones a Efe en Londres, el economista jefe del Fondo, Maurice Obstfeld, reconoció que «persisten varios riesgos» para la evolución de la economía mundial, si bien el organismo «no contempla» una crisis económica a corto plazo.

El escenario más probable para los próximos años es «un crecimiento global atenuado», afirmó.

No obstante, Obstfeld advirtió de los «significativos» efectos de contagio de la economía china vistos ya en 2015 y constató el riesgo de «una desaceleración más marcada de lo esperado, mientras (China) lleva a cabo la transición necesaria hacia un crecimiento más equilibrado».

Algo que, a juicio de Obstfeld, se canalizaría internacionalmente «por la vía del comercio, los precios de las materias primas y la confianza, y los efectos consecuentes en los mercados financieros internacionales y las valoraciones de las monedas».

Asimismo, Brasil continúa como una de las principales preocupaciones del Fondo al pronosticar que la aguda recesión, tras la contracción de un 3,8 % en 2015, se prolongue en 2016 con una tasa negativa del 3,5 % y apenas alcance un 0 % en 2017.

Como consecuencia de ello, Brasil arrastrará a la región latinoamericana, que seguirá también en recesión en 2016, con una contracción del 0,3 %, la misma con la que concluyó 2015.

También espera que Rusia, que sigue adaptándose a los precios bajos del petróleo y a las sanciones del Occidente, se mantenga en recesión en 2016, con una caída de 1 %, algo menor del -3,4 % registrado el pasado año.

Por su parte, las economías avanzadas continuarán su repunte, pero con menor ímpetu del calculado anteriormente.

En la primera economía mundial, Estados Unidos, el crecimiento se «mantendría en el ritmo actual, en lugar de cobrar nuevo impulso».

El Fondo prevé que EEUU crezca un 2,6 % en 2016 y 2017, dos décimas menos de lo anticipado en octubre, frente al 2,5 % de 2015.

«La actividad conserva el vigor en Estados Unidos gracias a condiciones financieras que aún son favorables y al fortalecimiento del mercado de la vivienda y del trabajo», indica el informe.

«Ahora bien -agrega-, la fortaleza del dólar está lastrando la actividad manufacturera y el retroceso de los precios del petróleo está frenando la inversión en estructuras y equipos de minería» en Estados Unidos.

En la zona euro, la recuperación sigue siendo frágil, con una estimación de crecimiento de 1,7 % para este año y el próximo, gracias a la robustez del consumo privado «estimulado por el abaratamiento del petróleo y las condiciones financieras favorables».

Según el FMI, España se mantendrá a la cabeza de las grandes economías de la eurozona, con una estimación de crecimiento del 2,7 % para 2016 y de un 2,3 % para 2017, dos y una décima más que lo previsto en octubre.

El Fondo calcula que los bajos precios del petróleo continuarán «por un largo periodo», con un precio medio del barril cifrado en 50 dólares en 2016 y en 48 para 2017, frente a los 51 dólares registrados en 2015.

Otros riesgos a la baja para la economía global, según Obstfeld, son «una mayor apreciación del dólar y condiciones financieras más restrictivas», lo que podría generar «vulnerabilidades en los mercados emergentes, creando posibles efectos adversos en los balances de las empresas y problemas de financiación cuando exista una alta exposición en dólares».

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