Washington, 19 oct (EFEUSA).- El secretario del Tesoro, Jack Lew, advirtió hoy sobre el "terrible accidente" que supondría que el país no aumentase su techo de deuda antes del 3 noviembre, fecha en la que se calcula que el Gobierno federal se quedaría sin dinero para hacer frente a sus pagos.
«Nuestra mejor estimación es el 3 de noviembre, cuando agotaremos lo que llamamos medidas extraordinarias. Esas son cosas que podemos gestionar. Me quedaré sin lo que podemos gestionar a partir del 3 de noviembre», dijo Lew en una entrevista en la cadena CNBC.
La cifra sitúa dos días antes de lo previsto, pues en un principio se había marcado el 5 de noviembre, el momento en el que el Tesoro se quedará sin fondos para encarar sus obligaciones, con menos de 30.000 millones de dólares.
«Me preocupa que cada vez que nos acercamos a esto, alguna vez vaya a ocurrir un accidente, y eso sería terrible», agregó, al recordar que esta cuenta atrás ya se ha producido en otras ocasiones en los últimos años.
La pasada semana, Lew explicó en una carta a los líderes del Congreso la necesidad de elevar el tope de deuda, actualmente en 18,1 billones de dólares, para no jugar con la solvencia del Gobierno federal.
«Creo que todos los líderes del Congreso necesitan entender que tienen que hacer esto. Y creo que están en un ambiente muy incierto ahora mismo y no tienen mucho tiempo», remarcó.
Los congresistas republicanos han reconocido la necesidad de subir el tope de deuda, pero quieren a cambio recortes de gasto público, algo que el presidente, el demócrata Barack Obama, no está dispuesto a ofrecer.
De este modo, el secretario del Tesoro eleva presión al Legislativo para que acuerde esta subida del tope de endeudamiento en un momento en el que la mayoría republicana debe elegir al sucesor del actual presidente de la Cámara Baja, el conservador John Boehner, quien ha anunciado su intención de abandonar su escaño a finales de octubre.
No obstante, el que se había presentado en un primer momento como candidato Kevin McCarthy, legislador por California, decidió retirarse ante la falta de respaldo de los sectores más radicales del Tea Party, por lo que ahora mismo no existe un candidato formal para reemplazar a Boehner, lo que aumenta las dudas sobre la capacidad del Congreso de ponerse de acuerdo en este punto.
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