Los Ángeles, 26 may (EFEUSA).- Una organización que promueve el control a la inmigración ilegal considera que los inmigrantes indocumentados tienen su parte de culpa en las restricciones en el uso de agua potable en California decretados a consecuencia de la sequía.
Californianos por la Estabilización de la Población (CAPS), que considera que debido a la llegada masiva de los inmigrantes indocumentados al estado se ha recargado el consumo del agua, está desarrollando una campaña en medios sociales y de comunicación, destacando que California está sufriendo las consecuencias de la sequía pero «con 10 millones más de habitantes que en otra crisis similar ocurrida en la década de 1990».
Joe Guzzardi, representante de CAPS, declaró a Efe que la inmigración ilegal es uno de los factores a tener en cuenta ante la escasez de agua potable actual, que hizo que el gobernador ordene restringir obligatoriamente el 25 % del consumo en las ciudades.
«Es el número grande de inmigrantes ilegales que vienen a California porque sienten que son bienvenidos en el estado», aseguró Guzzardi.
Como parte de su campaña «para concienciar a la comunidad», CAPS promovió a lo largo de todo el estado unos anuncios de televisión donde un niño pregunta, «¿Si los californianos están teniendo menos niños porque no hay suficiente agua?».
Datos presentados por la organización señalan que entre 2000 y 2010 la población de California creció en 3,39 millones de personas «y el estado espera agregar otros 13 millones para el 2050 basado en las proyecciones de la población actual del Departamento de Finanzas de California.
De acuerdo con datos del Censo y del Departamento de Salud Pública de California, este crecimiento de la población del estado «está siendo dirigido por la inmigración masiva y los nacimientos de los inmigrantes».
Las organizaciones que defienden a los inmigrantes en California se oponen a este planteamiento y alegan que «antes que ser una carga para el estado, los inmigrantes han sido un factor de desarrollo».
La Red Nacional de Jornaleros (NDLON) argumentó en un comunicado que los inmigrantes indocumentados han sido víctimas de «un sistema de inmigración que no funciona y de leyes desactualizadas».
La organización de trabajadores, muchos de ellos indocumentados, señaló que el argumento de CAPS es parte de una tendencia que suele «culpar a los inmigrantes de todo lo malo que pasa en California y en el país».
En un artículo publicado a finales de abril en el National Review, el académico de la Universidad de Stanford, Victor Davis Hanson, aseguró que la última grave sequía sufrida por California entre 1987 y 1992, fue muy similar al actual.
«Lo que es nuevo es que el estado nunca había tenido 40 millones de residentes durante una sequía, bastante más de 10 millones que durante el último período de sequía a principios de 1990».
«Mucho de este crecimiento se debe a la masiva y reciente inmigración», agregó Davis Hanson, quien resaltó que «un récord de uno de cada cuatro de los californianos actuales no nació en los Estados Unidos».
Deja un comentario
Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos estan marcados con *