Disminuye llegada de menores inmigrantes por presión de autoridades mexicanas

Disminuye llegada de menores inmigrantes por presión de autoridades mexicanas

Los Ángeles, 8 jul (EFEUSA).- El número de menores indocumentados llegados a Estados Unidos sin acompañante en este año se ha reducido cerca de un 50%, gracias entre otras razones a la presión y "el control ejercido por las autoridades mexicanas en su territorio".

Esta es la conclusión más destacada del foro de expertos celebrado hoy por la Alianza Nacional de Comunidades Latino Americanas y Caribeñas (NALACC, en inglés), en el que se informó también que las autoridades de inmigración de los Estados Unidos como las de México han detenido un número similar de inmigrantes de menores inmigrantes.

«Parecería que la crisis acabó por lo que se ve en los números de los detenidos en la frontera, pero la verdad es que hay una cantidad mucho más grande de inmigrantes que están siendo detenidos en México», aseguró hoy Maureen Meyer, experta sobre México y derechos humanos.

Entre las medidas de las autoridades mexicanas que mencionó Meyer, figuran el haber establecido «más retenes y más búsqueda de inmigrantes, al igual que prohibir a los inmigrantes subir al tren» que les permite atravesar el país mexicano sin pagar para llegar a la frontera con los Estados Unidos.

El reporte más reciente presentado por la Patrulla de Fronteras de los Estados Unidos, señaló que hasta el 30 de junio del 2015 han sido detenidos en la frontera suroeste 26.685 menores indocumentados sin la compañía de un adulto.

En comparación con el mismo período del 2014, en el que se retuvieron 57.478, la cifra de menores detenidos ha descendido en un 54 %.

A pesar de la disminución reportada por las autoridades estadounidenses, los expertos coincidieron en que «no se han solucionado las causas de la migración en los países de origen».

Al referirse a una investigación que realizó recientemente en El Salvador, Karla Castillo, una experta salvadoreña en migración forzada, señaló que al entrevistar a más de 300 menores repatriados en un centro de retorno en El Salvador, la mayoría afirmó que salió del país por la violencia.

«El 58% dijo que salió del país a causa de la violencia y las extorsiones y las presiones de las pandillas», informó hoy Castillo.

La investigadora destacó que a pesar de que la gran mayoría de los jóvenes que fueron devueltos a El Salvador tiene familiares en los Estados Unidos, sólo el 35% dijo que salió de su país de origen buscando una reunificación familiar.

«El factor de violencia es muy importante y está expulsando a muchos niños y adolescentes de sus países», aseguró Castillo.

Igualmente el número de menores que regresa a El Salvador luego de un intento frustrado de entrar a los Estados Unidos ha aumentado considerablemente.

Según la analista, cuando el año pasado se recibían en los centros de retorno de menores entre 10 y 15 niños diarios, ahora el número de retorno diario «se disparó y es de 60 a 70 niños en total».

Castillo explicó que, como consecuencia de los problemas de seguridad y también del factor económico, se están produciendo movimientos de personas desplazadas internamente en El Salvador.

Según informó, un reporte del Consejo para Refugiados señaló que en mayo había en ese país centroamericano 260.000 desplazados internos.

Igualmente, especialmente los jóvenes, están buscando cruzar la frontera sur hacia países como Costa Rica y Panamá.

Por su parte, la situación de los menores y las familias detenidas en los Estados Unidos no es la mejor, pues enfrentan problemas jurídicos económicos y emocionales.

De acuerdo con Lariza Dugan-Cuadra, directora ejecutiva del Centro de Recursos Centroamericanos, CARECEN, de San Francisco, muchos de los inmigrantes indocumentados que han quedado en libertad, no cuentan con una ayuda legal gratuita o costeable para su presentación obligatoria ante un juez.

«Cuando se saturaron los centros (de detención) empezaron a soltar a quienes tuvieran familiares o ‘patrocinadores’, con una orden de comparecer a la corte a los 21 días», explicó hoy Dugan-Cuadra.

Según la activista eso creó un embotellamiento, «no sólo para los jueces sino para las comunidades que trabajan en defensa de los inmigrantes» que no han podido atender las necesidades de asesoría legal de estas personas.

La representante de CARECEN de San Francisco igualmente criticó que el denominado «brazalete electrónico», es «un gran problema por el factor de estigma», así como por otras razones prácticas de su uso.

Dugan-Cuadra también denunció que algunas veces han dejado libres a la madre a los niños pero el padre sigue detenido y que en otros casos, la presencia de un adolescente inmigrante en la familia que ya vive en los Estados Unidos también puede causar problemas de ajuste emocional y económico.

Deja un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos estan marcados con *

Cancel reply