Denver (CO), 1 jun (EFEUSA).- La existencia de un "sistema subterráneo" en Estados Unidos que favorece la explotación de inmigrantes latinoamericanos, que deben duros trabajos a cambio de bajos salarios, genera problemas en sus comunidades de origen y destino, según un estudio de la Universidad de Oregón.
En su estudio, recientemente publicado en la revista especializada Ethnicities (Etnicidades), Gerardo Sandoval sostiene que muchos trabajadores indocumentados provenientes de América Latina aceptan esa situación de explotación «porque buscan escapar de situaciones aún más desesperadas y ven oportunidades para ayudar a sus familias».
«Nuestra investigación arroja luz sobre un problema que existe en todo Estados Unidos. Se relaciona con la manera en la que las comunidades de indocumentados son explotadas y aprovechadas», dijo Sandoval a Efe.
«Por eso, esta investigación ayuda a las comunidades de indocumentados en todo lugar de Estados Unidos e incluso en sus países de origen, porque saca a la luz la existencia de este sistema subterráneo», agregó.
Sandoval, profesor de planificación, política pública y administración, llegó a esa conclusión trabajando junto con su colega Edward M. Olivos, profesor de estudios de educación en la misma universidad, para analizar en conjunto las consecuencias de la masiva redada en el frigorífico Agriprocessors de Postville, Iowa, el 12 mayo de 2008.
Sandoval se enfocó en ese evento por haber sido la mayor redada de inmigración en la historia del país (más de 900 personas fueron detenidas y unas 400 fueron deportadas en los días siguientes al operativo) y porque la mayoría de los inmigrantes afectados provenían de la localidad de El Rosario, en Guatemala, cerca del lugar en el que Sandoval creció.
«Cuando vi esa conexión, realmente me interesó», explicó el catedrático.
Muchos de los guatemaltecos detenidos y deportados en Iowa hace siete años eran trabajadores agrícolas en su país natal, donde habían padecido «duras condiciones de trabajo y de explotación en plantaciones de café y de flores».
Y cuando llegaron a Postville, un «sistema subterráneo», basado en «prácticas de préstamos y de envíos de dinero y de reclutamiento de trabajadores no autorizados», recreó en esa localidad muchas de las mismas condiciones laborales y sociales que los inmigrantes buscaban dejar atrás.
En su estudio, Sandoval detalla cómo esa «red de conexiones sombrías», definida como un «sistema informal para darle trabajo a indocumentados», funcionó en el frigorífico de Postville para «reclutar y atraer» a indocumentados con la meta de «crear un flujo de trabajadores de bajos ingresos» para esa compañía.
Pero la explotación de los centenares de trabajadores mexicanos y guatemaltecos en Postville no terminó allí ya que, sin recibir beneficios, esos trabajadores generaron un aumento en la recaudación impositiva en Postville, fomentaron la expansión de escuelas y del mercado inmobiliario, y pagaron los impuestos federales correspondientes.
A pesar de ser conscientes de su grave situación, los trabajadores indocumentados la aceptaban porque «de esa manera podían mejorar la vida de sus familias y educar a sus hijos».
En el caso específico de El Rosario, los guatemaltecos oriundos de esa localidad que trabajaban en Postville enviaban dinero a sus familiares y amigos, causando un importante crecimiento económico en esa ciudad de Guatemala.
Siete años después de la redada, ni Postville ni El Rosario se han recuperado.
«Este sistema de explotación forma parte de la ideología neoliberal y está profundamente enraizado en la historia colonia y de relaciones raciales entre Estados Unidos y América Latina», escribió Sandoval en su estudio.
«Creo que el sistema subterráneo está hecho de muchas partes y que todas contribuyen a mantener un sistema de explotación y vulnerabilidad. Estoy acusando al sistema entero», expresó.
En definitiva, dijo, «lo que sucedió en Postville es una extensión del colonialismo de Estados Unidos en América Latina».
Para confirmar que lo observado en Postville tiene alcance nacional, Sandoval ya comenzó a estudiar la situación de vida y de trabajo de los «piñeros» (plantadores de árboles) en Oregón y estados vecinos, ya que esa fuerza laboral latina está transformando las ciudades a las que llegan esos inmigrantes.
«Una reforma inmigratoria completa ayudaría a sacar a los inmigrantes vulnerables del sistema subterráneo», concluyó Sandoval.
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