Washington, 31 may (EFEUSA).- Primero fueron los europeos, perseguidos, pobres y ricos en busca del Nuevo Mundo; después, los latinoamericanos, artífices del gran cambio demográfico estadounidense; y ahora, los asiáticos, que están tomando el relevo a estos últimos para protagonizar un nuevo paradigma migratorio.
Por primera vez en 2013, los asiáticos, con los chinos a la cabeza, se situaron como el primer colectivo de origen de la inmigración reciente a Estados Unidos, por delante de latinoamericanos.
Los hispanoamericanos han pasado de representar el 47% de esas llegadas en 2000 al 30% en 2013, según nuevos datos del Censo presentados este mes en la conferencia anual de la Population Association of America.
Mientras, los vecinos del sur reducen sus llegadas, uno de cada dos «inmigrantes recientes» -definidos como aquellos que hace un año residían en el extranjero, independientemente de su estatus legal- fueron en 2013 de asiáticos, principalmente de chinos y indios.
Ese año, los inmigrantes procedentes de China e India superaron por primera vez a los mexicanos como grupo dominante en la inmigración de nueva hornada.
Pero la inmigración asiática llega por otras vías. No cruza fronteras por tierra o se expone en la misma manera a la deportación, sino que en muchos casos llega a las universidades más caras del país o como contratados en las multinacionales de Silicon Valley.
«Solo en la pasada década, el número de inmigrantes chinos recientes se ha casi triplicado, mientras que en el caso de la inmigración el aumento fue de más del doble», explicaba en un análisis esta semana el Migration Policy Institute.
Pese a que los hispanos representan la primera minoría en importancia en Estados Unidos, con un 17%, las llegadas de nuevos inmigrantes latinoamericanos se ha venido reduciendo gradualmente, mientras la afluencia de asiáticos se disparaba.
La comunidad hispana sigue creciendo en peso demográfico en Estados Unidos, pero ya no es debido a las nuevas llegadas de inmigrantes, sino a las segundas y terceras generaciones, que nacen y crecen en Estados Unidos y relegan el español a la categoría de segundo idioma.
Solo un tercio de los hispanos residentes en EE.UU. nacieron en el extranjero frente a dos de cada tres en el caso de los asiáticos.
«Hay muchas razones por las que alguien se decide a emigrar (económicas, familiares, educativas,…). Nuestra investigación muestra una tendencia bastante consistente entre 2000 y 2013 (en asiáticos), aunque no podemos asegurar que continuará», explica a Efe Eric Jensen, autor del estudio y demógrafo del Censo de EE.UU.
De los 1,2 millones de inmigrantes llegados a Estados Unidos en 2013, 147.000 fueron chinos, 129.000 indios y 125.000 mexicanos. Dato que considera aquellos llegados con permiso de residencia («Green Card»), trabajadores con visas de no inmigrante, estudiantes e indocumentados.
«Lo que estamos viendo es que la distribución de inmigrantes mexicanos recientes ha cambiado; vemos inmigrantes más mayores, lo que indicaría menos desplazamientos por motivos de trabajo y más por reunificación familiar», explica Jensen.
Al contrario que la tradicional migración mexicana, en el caso de chino la mayoría de las oleadas migratorias se están centrando en la franja de edad de entre 20 y 24 años, en edades de ingreso a la universidad, algo que coincide con la del «boom» de graduados chinos en todo Estados Unidos.
«China e India han dominado los visados de estudiante y empleo cualificado, tanto de manera temporal como permanente», explica en su análisis del estudio el MPI.
Según este instituto, el hecho que los recién llegados asiáticos, programadores o estudiantes ambiciosos capaces de pagar matrículas de más de 45.000 dólares anuales, no tengan a raíces familiares hace esperar que estos «migrantes semilla» asiáticos inicien una nueva ola migratoria histórica cuando comiencen a traer a sus familias.
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