Los indocumentados LGTB enfrentan una doble marginación

Los indocumentados LGTB enfrentan una doble marginación

Charlotte (NC), 19 jun (EFEUSA).- A pesar de que la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LGBT) ha logrado una mayor aceptación, los indocumentados de este grupo social enfrentan todavía barreras que impiden su desarrollo personal, según expertos.

«Todavía hay mucho trabajo por hacer, y aunque vemos que más jóvenes están ‘saliendo del closet (armario)’, el mismo sistema los marginaliza doblemente por su condición de LGBT e indocumentados», dijo a Efe Luis Aguilera, coordinador de GetEQUAL en Carolina del Norte.

El dirigente de esta organización nacional, que busca fortalecer el movimiento de las lesbianas, gais, bisexuales y transexuales aseguró que «muchos sufren de depresión, ataques de homofobia, enfermedades, discriminación en los trabajos y otras situaciones».

Aguilera, que logró acomodar su situación migratoria al ser amparado bajo la Acción Diferida (DACA), contó que como indocumentados y LGBT deben enfrentarse a situaciones muy difíciles para ser aceptados en la sociedad e inclusive por sus familias.

Según este oriundo de México, para los hispanos «es muy difícil dar a conocer su orientación sexual a la familia» debido a la cultura «machista» que predomina entre la comunidad latina y el miedo al rechazo.

«Para mí fue difícil contar mi realidad a mis padres, y aunque al final me aceptaron, otros no han corrido con suerte y terminan en la calle sin apoyo y muchos piensan y cometen suicido», indicó Aguilera, de 19 años.

De acuerdo a un estudio del Instituto Williams de la Universidad de California, hay 267.00 inmigrantes adultos indocumentados en la comunidad LGBT en el país, de un total de 900.000 LGBT de origen inmigrante.

Otra de las barreras que enfrentan los indocumentados de la comunidad LGTB que huyeron de sus países, perseguidos por su orientación sexual, y buscan asilo político es la «ineficiencia» del proceso para regularizar su situación migratoria.

Un estudio reciente del Center for American Progress (CAP) reveló que el Departamento de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) debe disponer «mayores recursos» para disminuir el tiempo de espera de las respuestas a las solicitudes de asilo político de esta comunidad.

«Para muchos solicitantes de asilo por su condición de LGBT y que han tenido la fortaleza de huir de sus países de origen en busca de una vida libre, llegar a EE.UU. es solo el comienzo, ya que el sistema hace que sea difícil para que se queden», resaltó Sharita Gruberg, analista y coautora del informe de CAP.

A pesar de las dificultades, para Alex Córdova, que dirige desde 2005 grupos de ayuda de la comunidad LGTB en el Centro Hispano en Carolina del Norte, los tiempos «han cambiado», ya que hay más organizaciones y líderes que «apoyan a los hispanos indocumentados a adaptarse a su nuevo hogar y a navegar el sistema».

«Aquí en el sur es mucho más difícil en comparación con estados como California, Nueva York, Texas o Nevada. La sociedad es más cerrada, sin embargo, vemos que más LGTB buscan asistencia y se integran poco a poco a sus comunidades», acotó Córdova, de 65 años, quien ha dedicado toda su vida a esta causa.

Por su parte, Daniel Valdez, líder hispano de la comunidad LGTB en Atlanta (Georgia), opina que la lucha de los «soñadores» por la legalización de los indocumentados y su acceso a la educación superior «favoreció» a su vez la causa de esta comunidad .

«Vimos a soñadores LGTB luchar a la par con las familias hispanas y a la vez exigiendo derechos para esa comunidad. Creo que se han abierto muchas mentes y favorecido al movimiento», acotó Valdez.

A pesar de los retos, los LGTB latinos han ganado terreno en la lucha por la aceptación, igualdad de derechos y ocupación de cargos políticos.

Una encuesta reciente del Centro de Investigaciones Pew reveló que el 56 % de los hispanos apoya el matrimonio entre parejas del mismo sexo, mientras que en 2006 el 56 % se oponía a estos enlaces.

Según Córdova, los latinos de la LGTB no estaban listos para «correr y casarse», pero «poco a poco vemos cómo parejas que tienen años han decido dar el paso importante de la unión matrimonial. Ha sido todo un proceso».

En el campo de la política, el alcalde de Santa Fe (Nuevo México), Javier Gonzáles, quien hizo pública su homosexualidad en 2013, se ha convertido en un ejemplo postivo para la comunidad LGTB.

Este padre de dos hijas cree que admitir su verdadera sexualidad cambió la opinión de la comunidad hispana sobre la homosexualidad.

«Pensé que la mayoría de mi vida tendría que ocultar quién era en realidad, pero cuando uno tiene hijos y quiere que sean fieles a sí mismos tienes que ser el padre fiel que ellos se merecen», comentó entonces el alcalde en una entrevista a Fox Latino.

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