Activista mexicana afronta nueva amenaza de deportación tras 6 años de lucha

«Cada vez que se vence una extensión de mi orden de deportación que con tanto trabajo hemos obtenido siento una mezcla de rabia, enojo e impotencia porque después de seis años y medio de lucha, personas que no me conocen ni conocen a mi familia determinarán mi futuro y el de mis hijos», dijo hoy Vizguerra a Efe.

«Pero esta vez la etapa es más difícil porque las autoridades de inmigración me informaron de que esta es la última postergación que me darán. No quiero pensar que tengo sólo unos pocos días más para estar con mis hijos. Pensar en no estar con ellos me duele», agregó.

Sin embargo, dirigentes religiosos, tanto católicos, como protestantes y judíos, y de organizaciones como el Comité de Servicio de Amigos Americanos (AFSC) y la Coalición de Colorado por los Derechos de los Inmigrantes (CIRC) iniciaron hoy una campaña para pedir a las autoridades federales que retrasen o cancelen su deportación.

Este esfuerzo desinteresado le da a Vizguerra la esperanza de poder quedarse finalmente en el país sin una orden de deportación pendiente.

«Me siento feliz por este apoyo porque eso ha hecho que más familias con una situación como la mía tengan el valor de llegar a ser líderes en sus comunidades para hacer los cambios que necesitamos», dijo la inmigrante.

Vizguerra llegó a Colorado en 1997 y tiene una hija adulta natural de México y tres hijos menores de edad nacidos en Estados Unidos.

Sus gestiones en 2009 para obtener el estatus legal en el país se complicaron a principios de 2011 cuando fue detenida por un policía de Denver al ver que las placas de su automóvil estaban vencidas, que la arrestó por carecer de los documentos de identidad. Esa situación llevó a la emisión de su orden de deportación.

Desde entonces, Vizguerra fue detenida y luego liberada en varias ocasiones por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).

«Por eso, la semana pasada apelamos a ICE para que renueve el poder de discreción que tiene la fiscalía a favor de Jeanette, para que el Gobierno ya no la considere a ella como uno de los casos de prioridad de deportación», dijo su abogado Hans Meyer.

«Además pedimos a ICE que tomen la decisión antes del 20 de agosto y que tengan en cuenta que Jeanette es madre, que sus hijos son estadounidenses y que ella cuenta con un amplio respaldo de la comunidad», agregó.

Meyer subrayó que su caso no es prioridad especialmente según las «nuevas normas implementadas a partir de noviembre del año pasado» cuando el presidente Barack Obama anunció las nuevas medidas migratorias.

Para la activista mexicana el verdadero problema de la deportación es la situación de sus hijos.

«Ellos también tienen miedo y están preocupados. Están estresados. Pasaron toda su infancia con el temor de que perderían a su madre en cualquier momento. Eso es lo único que conocen, pero esa no es la manera que los niños tendrían que vivir», comentó.

Para Meyer, el caso de Vizguerra es «emblemático».

«Ella fue uno de los primeros inmigrantes indocumentados en Colorado en compartir su historia públicamente y en movilizar a la comunidad por medio de vigilias, manifestaciones, campañas de envío de cartas y acciones de desobediencia civil para apoyarla», explicó.

«Aún más importante, su caso ejemplifica la necesidad de cambiar las actuales leyes de inmigración», opinó.

Por su parte, el empresario local Sergio Santana también respaldó el pedido de anulación de la deportación de Vizguerra.

«Yo podría testificar frente a un juez que ella y su familia son personas de bien y trabajadores», dijo Santana. «Sería muy lamentable que separasen a Jeanette de su familia».