Cannes (Francia), 19 may (EFE).- La situación de violencia en la frontera entre México y Estados Unidos y el tráfico de droga es el tema de "Sicario", una gran película sobre un tema muy espinoso que debería ser el objeto "de más y más" filmes, según su director, el canadiense Denis Villeneuve.
Benicio del Toro, Emily Blunt y Josh Brolin son los protagonistas de una película muy potente y bien recibida hoy en Cannes, donde participa en la competición oficial del festival y que apunta directamente a los premios de esta edición.
«Todos sabemos en esta sala cómo es de omnipresente la violencia en la frontera mexicana, y como norteamericano me siento un poco responsable de lo que ocurre allí», afirmó en rueda de prensa el realizador, para quien la «violencia silenciada es incluso peor».
Y eso es lo que ha querido contar un realizador que participó en Cannes en 1997 con «Cosmos» y que compite por primera vez por la Palma de Oro.
«Sicario» se centra en el trabajo de la policía, el FBI y los cuerpos especiales estadounidenses en su lucha contra los carteles mexicanos de droga, con una compleja trama en la que el lema parece ser «el fin justifica los medios».
«La película no es sobre México, es sobre EE.UU., estoy muy sensibilizado a esa realidad, quería mostrar esa realidad desde el punto de vista americano», dijo Villeneuve, que resaltó que en los últimos años se están produciendo excelentes filmes con su propia visión, entre los que citó «Eli», de Amat Escalante, que se llevó el premio de mejor director en Cannes hace dos años.
«Deberíamos hacer más y más películas sobre esa realidad mexicana, intentar entender por qué hemos llegado ahí. Y yo, como director y desde mi corazón, esto era lo que quería contar».
También se mostró muy comprometido con la situación de la frontera el puertorriqueño Benicio del Toro, que interpreta de forma brutal e impecable a un colombiano colaborador de la policía estadounidense en la guerra sucia contra el tráfico de drogas.
«He hecho muchas películas que tratan sobre esa parte del mundo, es una región que me toca de cerca, soy muy sensible a lo que pasa allí, en la frontera de EE.UU. y México, y especialmente sobre el problema de las drogas», explicó Del Toro.
Y en «Sicario, el realizador «estaba diciendo algo nuevo a través de mi personaje, al menos nuevo para mí, algo que no había hecho antes, el tema de la venganza», añadió.
«Denis fue para mí como Tom Sawyer con Huckleberry Finn, me empujó a aceptar el riesgo de ir más lejos», dijo el actor sobre su personaje y sobre un tema que conoce bien porque lo ha tratado desde su primera película.
«El problema de las drogas es enorme en México y Estados Unidos, y en Europa», agregó.
Junto a Del Toro, un Josh Brolin igualmente excelente, que interpreta a un personaje ambiguo, que coordina las operaciones policiales estadounidenses.
«Cuando vi la película terminada me di cuenta de que Denis sabía exactamente lo que quería. Te hace creer que las ideas vienen de ti, aunque realmente te está manipulando totalmente para que lo creas (…), pero al ver la película me dije: esto no tiene nada que ver conmigo».
Y en el medio de la historia, una Emily Blunt que interpreta a una agente del FBI que no se sale de las normas y que se ve envuelta en una situación que la supera.
«Es un papel muy duro, pero hay muchas mujeres duras en el mundo y no lo son porque tengan una pistola», afirmó la actriz británica, que se dio a conocer con «The Devil Wears Prada», pero que ha demostrado su amplio registro en filmes como «Looper» o «Edge of tomorrow».
En su opinión, su personaje en «Sicario» es «muy vulnerable». «Lo pasa muy mal en ese mundo de hombres en el que muchas cosas se desarrollan al margen de la ley, pero en ningún momento me planteé que tuviera que interpretar a este personaje de manera más masculina».
«Hablé con mujeres del FBI y eran como yo, hablaban como yo, desarrollaban su trabajo y luego volvían a casa a ver ‘Dowton Abbey’. Me ayudaron mucho a identificarme con ella», explicó.
Una película que «se plantea preguntas, pero no da respuestas», explicó Villeneuve, que se sintió atraído por el guion precisamente por esa característica.
Además, estaba interesado «desde hace algunos años en este lugar específico de América, en la frontera entre Estados Unidos y México».
Un rodaje que pese a su dureza y a la oscuridad de su trama, se desarrolló en un ambiente casi de guardería, como señaló Villeneuve, y con muchos momentos de risas y diversión, como demostraron hoy los actores en la rueda de prensa, en la que no pararon de gastarse bromas.
Alicia García de Francisco
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