Washington, 29 feb (EFEUSA).- El senador independiente Bernie Sanders irrumpió en la carrera por la Casa Blanca con un discurso más a la izquierda de lo habitual en el país que ha generado un fenómeno de entusiasmo, un empuje al que los pequeños partidos socialistas y comunistas se tratan de subir para ganar adeptos.
En vísperas del supermartes, cuando más estados votan en las elecciones primarias y cuyos resultados pueden ser definitivos para la nominación en el partido demócrata, Bernie Sanders sigue plantando cara a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.
Sanders, que se define como «socialista demócrata», ha pugnado desde que empezó su campaña por explicar su modelo a la europea, con denuncias a la creciente desigualdad y la erosión de la clase media, y distanciándose del comunismo, con el que en el país se identifica popularmente a esta tendencia.
Aunque no necesariamente encajen con todas las ideas de Bernie Sanders, las coaliciones socialistas y comunistas de EEUU se han beneficiado del entusiasmo generado por su campaña.
«Bernie Sanders ha hecho mucho bien a la izquierda en Estados Unidos», dijo a Efe Christopher Gunderson, profesor de sociología en la Howard University de Washington.
Sin embargo, a pesar de que el senador por Vermont «habla de ‘revolución’, no es un revolucionario, usa la palabra metafóricamente para referirse a un cambio significativo», pero «respeta el orden establecido, la Constitución de EEUU y el derecho a la propiedad», según Gunderson, experto en movimientos sociales.
«Como fenómeno es muy bueno. Millones de personas están googleando ‘socialismo'», ironizó Gunderson.
Los partidos socialistas de EEUU buscan el equilibrio entre subirse a la estela de Sanders y mantener su identidad.
Cuando Sanders «habla de socialismo, ayuda a partidos realmente socialistas, como nosotros, a tener una mayor aceptabilidad entre la gente», dijo a Efe Gloria La Riva, candidata a la Casa Blanca del Partido por el Socialismo y la Liberación (PSL).
La Riva reconoce a Sanders el mérito de «movilizar con energía a enormes cantidades de jóvenes» y «dar visibilidad a movimientos» como Occupy Wall Street o la lucha por los derechos de latinos y negros.
Por su parte, desde el Partido de la Paz y la Libertad (PFP, por sus siglas en inglés), que también se define como socialista, coinciden en que «Bernie Sanders ha despertado conciencias», según dijo a Efe su presidenta, Debra Reiger.
«Ahora más gente habla de socialismo; hay más gente emocionada con una nueva manera de gobernar este país y con que las grandes corporaciones no lo tengan que controlar todo. Esto es algo en lo que nosotros creemos, y nos ha hecho bien», explicó la presidenta del PFP, fundado hace 60 años.
Reiger considera que la campaña del aspirante demócrata «ha beneficiado en cierta manera» a su partido, al que considera, no obstante, «más progresistas aún que Bernie».
También el Partido Comunista de EEUU (CPUSA), fundado hace casi un siglo y que es el mayor del país de esta tendencia, se pronunció a favor de Sanders tan solo un mes después de que el senador anunciara que concurriría a las elecciones presidenciales.
La campaña de Sanders «ya ha cambiado el debate político» en el partido demócrata, dijo la presidenta de CPUSA en Connecticut, Joelle Fishman.
Lo que más preocupa ahora a estos partidos minoritarios sobre Sanders es la fuga de militantes «que se registran en el partido demócrata para votar por él», admitió Reiger desde el PFP.
Sin embargo, tanto desde el PFP como desde el PSL, sus directivas confían en que si Sanders no consigue la nominación del partido demócrata, sus coaliciones ganen afiliados.
Los seguidores de Sanders, según Gunderson, son «jóvenes que no se sienten identificados con un partido político porque se sienten demasiado a la izquierda» del demócrata, y «gente adulta que pudo ser socialista de joven» y abandonó esas ideas.
Desde el principio, las bases de Sanders han sido «blancos», algo que según el experto «está cambiando, aunque no muy rápidamente» mientras «sus numeros mejoran entre latinos y negros», agregó.
«Si la campaña (de las primarias) durara un año más, Bernie Sanders ganaría», bromeó Gunderson en referencia a la ventaja que ha ido recortando el senador a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, la favorita de las encuestas.
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