San Antonio (EE.UU.), 16 oct (EFE).- La exsecretaria de Estado de EE.UU. y favorita entre los demócratas para llegar a la Casa Blanca, Hillary Clinton, aseguró en entrevista con Efe estar "molesta" con la situación en Venezuela, "impresionada" por el proceso de paz colombiano y esperanzada por los avances que puede vivir Cuba.
Durante una conversación con Efe en San Antonio (Texas), tras recibir el respaldo a su campaña del secretario estadounidense de Vivienda y Desarrollo Urbano, Julián Castro, Clinton repasó algunos de los retos a los que se enfrenta Latinoamérica y las nuevas perspectivas regionales derivadas del restablecimiento de las relaciones entre Washington y La Habana.
La exsecretaria de Estado lamentó la situación que se vive en Venezuela, donde, a su juicio, la democracia está siendo «socavada» se ha dado «un paso atrás» a partir de la llegada de Hugo Chávez (1999-2013) al poder.
«Estoy muy molesta por lo que está ocurriendo en Venezuela. Creo que es un retroceso. Venezuela fue una de las primeras democracias (del continente), y durante mucho tiempo hubo un enfoque positivo sobre cómo resolver los problemas, sobre cómo aprovechar los muchos recursos naturales de Venezuela, sobre los retos de la gente», aseguró.
Ante el acercamiento con Cuba y la consecuente legitimación de Estados Unidos ante el resto del continente, Clinton deseó que los demás países del hemisferio se unan para «lograr un cambio pacífico» en Venezuela.
No dudó tampoco en apoyar la nueva estrategia de la Administración del presidente Barack Obama con La Habana, aunque sí manifestó su preocupación por las todavía existentes violaciones de derechos humanos en la isla.
«Era una cuenta pendiente desde hace mucho tiempo y trabajé por ello cuando era secretaria de Estado, porque creo que tenemos que hacer más de aquello que pueda resultar exitoso para ayudar a los cubanos, para que tengan más democracia, más libertad y oportunidades económicas», dijo.
«Me gustaría ver al resto de la región apoyando más la democracia en Cuba y defendiendo los derechos humanos del pueblo cubano a medida que vamos avanzando», consideró.
Estados Unidos y Cuba restablecieron sus relaciones diplomáticas y reabrieron embajadas en las respectivas capitales en julio pasado después de más de medio siglo de enemistad y siete meses después de que los presidentes Barack Obama y Raúl Castro sorprendieran al mundo con el anuncio de un proceso de acercamiento bilateral.
Respecto al embargo, aseguró que si llega a la Presidencia de Estados Unidos tratará de flexibilizar todo lo posible la situación desde el brazo ejecutivo, pero matizó que para lograr su levantamiento es necesaria la aprobación del Congreso, y para eso Cuba habrá de poner más de su parte.
Por otra parte, Clinton se confesó «impresionada» por el esfuerzo que está realizando Colombia con su proceso de paz, el cual tras el acuerdo sobre justicia transicional alcanzado el mes pasado entre el Gobierno colombiano y las FARC, se prevé sea rubricado el próximo marzo para poner fin a un conflicto armado de más de 50 años.
«Estoy muy impresionada por el esfuerzo que se ha hecho dentro del proceso de paz. Le atribuyo al presidente (Juan Manuel) Santos mucho mérito por estar centrado, ser persistente y determinante, y por ello están acercándose a finalizar» el proceso, aseguró la también ex primera dama, quien dijo que supondrá «un gran paso hacia delante» para el país andino.
«Obviamente -añadió, no obstante- las FARC, los rebeldes, los insurgentes, tienen que aceptar entregar las armas y ser parte del sistema político y ser parte de la economía».
En cuanto a la campaña presidencial, Clinton criticó la «inaceptable» actitud del aspirante republicano Donald Trump con los inmigrantes, la cual, aseguró, apela «a los peores instintos de la gente».
«Creo que es pura política, tratando de apelar a los peores instintos de la gente que está preocupada por sus propias vidas y las oportunidades económicas», dijo en referencia a las palabras del magnate inmobiliario, quien aseguró que México está enviando a EE.UU. a «criminales y violadores».
Clinton emplazó a la ciudadanía a «levantarse en su contra», incluyendo al resto de candidatos republicanos.
«¿Quieren ser un partido con candidatos que están insultando y haciendo de menos a los mexicanos, a los inmigrantes, a las mujeres? Es una larga lista de gente a la que han estado atacando y creo que deben parar. Y voy a continuar diciendo ‘basta'», insistió Clinton a Efe, pronunciando «basta» en español.
Clinton también se refirió al callejón sin salida en el que quedó la reforma migratoria, ya prácticamente abandonada en el Congreso estadounidense, y acusó de ello al liderazgo de la Cámara Baja por no querer enfrentarse al ala más ultraconservadora del partido.
«Voy a seguir presionando desde luego para lograrla. Y volver al lugar donde estábamos cuando el Senado aprobó una ley en 2013, que era una buena ley. Creo que hubiera sido aprobada en la Cámara de Representantes, pero no la sometieron a voto porque sabían que hubiera sido aprobada con (el apoyo de) los demócratas y muchos republicanos», dijo.
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