Washington, 30 jul (EFEUSA).- El aspirante a la nominación presidencial demócrata Bernie Sanders confió hoy en atraer el voto hispano con sus propuestas de justicia social, conseguir suficientes fondos para batir a Hillary Clinton e impulsar desde la Presidencia el estado de bienestar frente a los intereses de grandes fortunas.
Sanders aseguró en una sesión de preguntas con la Cámara de Comercio Hispana de Estados Unidos (USHCC) en Washington que la reforma migratoria es un imperativo económico y moral, aunque se mostró cauto a la hora de permitir un aumento de las visas de trabajo temporal H1B, que en su opinión presionan los sueldos a la baja.
El senador por Vermont, que se define como un «socialista democrático» y ha atraído a multitudes en sus mítines de campaña de primarias, indicó que sus prioridades serán obtener un sistema de salud y de educación gratuitos, similares a los que gozan países escandinavos y otras naciones europeas, y políticas para luchar contra la desigualdad.
Sanders dijo que la reforma migratoria debe incluir un camino a la ciudadanía para 11 millones de indocumentados en EEUU y realizarse «de manera ambiciosa y lo más rápidamente posible».
«Es inaceptable económica y moralmente que haya 11 millones de personas en las sombras…Hay que proveerles con un camino a la ciudadanía», añadió Sanders, quien opinó que la economía se fortalecerá.
No obstante, este político independiente, que tiene la esperanza de darle la vuelta al Partido Demócrata y batir a Clinton para aspirar a la Casa Blanca en 2016, reconoció que aún tiene que hacer más para atraer la atención de los votantes hispanos.
«Vamos a hacer más para comunicar con los latinos…Creo que el mensaje de justicia social, en el que todo joven tenga derecho a educación superior gratuita, es popular y de importancia para todos los estadounidenses, pero especialmente para los hispanos», aseguró Sanders en la conversación con Javier Palomarez, presidente de la USHCC, celebrada en Washington.
Sanders subrayó que su intención es adoptar políticas que reduzcan el desempleo, especialmente entre los jóvenes, cuya incidencia es mayor entre los hispanos (36%) y los afroamericanos (51%).
«Nuestra agenda económica, nuestro intento de hablar con la clase trabajadora y las familias de bajos ingresos y darles dignidad y trabajo es una propuesta a la que responderán muchos hispanos», apuntó.
El senador por Vermont quiso demostrar que puede también atraer el interés de los pequeños empresarios hispanos y prometió que, si llega a la Casa Blanca, promoverá proyectos de mejora de infraestructuras, algo que repercutirá positivamente en el sector de la construcción, donde medran muchas empresas latinas y da trabajos a una parte importante de esa comunidad.
Sanders, que votó en 1993, cuando era congresista, contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aclaró que él no está en contra de la apertura comercial, sino que se opone a tratados que, como en el caso de Acuerdo Transpacífico (TPP), representan «los intereses de las grandes corporaciones y Wall Street».
«Los trabajadores estadounidenses no deberían competir con otros a los que se les pagan centavos», aseguró Sanders, que también se opuso a un aumento de los visados de trabajo temporal H1B, de las que gozan gran número de temporeros latinoamericanos, siempre y cuando se utilicen para pagar sueldos más bajos.
Sanders propuso que esos visados se otorguen sólo cuando se hayan agotado todas las posibilidades de encontrar trabajadores con la cualificación requerida entre los estadounidenses.
Hasta la fecha, Sanders ha visto mejorar su popularidad hasta el 18% en los sondeos, situándose el segundo en la carrera demócrata, por detrás de la favorita, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, que tiene un 58 % en la media de encuestas realizada por RealClearPolitics.
No obstante, para cambiar el Partido Demócrata, que consideró «muy conservador», este senador independiente reconoció que necesitará más fondos y «un movimiento» que lleve a más personas a las urnas y modifique el sistema de hacer política en el país.
«Los republicanos son la extrema derecha y los demócratas están demasiado acomodados con las corporaciones», aseguró Sanders, quien reiteró que no se puede permitir que «un puñado de personas ricas tengan un gran control de la economía y ahora también del proceso político».
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