Houston (TX), 28 jul (EFEUSA).- Los reos condenados a pena de muerte en la prisión de máxima seguridad conocida como la Unidad Polunski, en Livingston (Texas), sufren un trato inhumano, según el grupo cívico Movimiento para la Abolición de la Pena de Muerte en Texas (TDPAM, en inglés).
«Lo peor de todo es que el aislamiento prolongado a los que son sometidos son barbáricos, al punto de no tener contacto físico alguno, ni siquiera con sus familiares o visitas», dijo a Efe Gloria Rubac, de TDPAM.
Según TDPAM, los reos a los que ellos visitan han manifestado que conviven en lugares insalubres que ponen en riesgo sus vidas en celdas con problemas de plomería y agua contaminada con sedimento fecal.
A los reos, de acuerdo a Rubac, se les obliga además a salir al patio por una hora al día en temperaturas extremas sin alguna clase de protección solar o vestimenta para el frío.
De acuerdo a Rubac, los más de 250 condenados a muerte han iniciado desde hace varias semanas diferentes tipos de actos para levantar su voz de protesta ante los supuestos atropellos por parte de los guardias de seguridad.
«Algunos se han negado a salir de sus celdas, a comer sus alimentos y otros aprovechan para quedarse durante varias horas en las duchas como señal de enfado por los maltratos recibidos. Pero cuando exigen hablar con un oficial de mayor rango, reciben golpes y castigos», señaló Rubac a Efe.
Este grupo cívico denunció además que los reos no «tienen acceso a una llamada telefónica y ni siquiera a un aparato de televisión».
El informe de TDPAM señala además que a los reos se les prohíbe participar en programas laborales así como en servicios religiosos de su preferencia o algún tipo de manualidades artísticas en su propia celda.
«Se les prohíbe además compartir libros y alimentos entre los mismos presos y son acusados de ‘tráfico’ cuando lo hacen. El castigo varía desde la prohibición de comprar alimentos directamente al comisario de turno hasta el aislamiento por varios días y semanas en celdas sin luz», dijo Rubac.
Otra de las prácticas consideradas clandestinas por las autoridades penales, de acuerdo a TDPAM, es la censura a la literatura clásica y popular y el acceso a una biblioteca básica para mejorar su educación.
«Aunque contamos con testimonios de presos, a ellos se les ha negado el permiso para utilizar vídeos de las cámaras de vigilancia de la prisión para comprobar los maltratos recibidos», acotó la activista.
Por su parte, Robert C- Hurst, vocero con el Departamento de Justicia Criminal de Texas (TDCJ, en inglés), expuso a través de un correo electrónico dirigido a Efe que el organismo que vela por la seguridad de los internos en las cárceles del estado actúa de forma uniforme y bienintencionada.
«A los encarcelados se les asiste de una manera apropiada a la ofensa por la que se encuentran purgando condena. El trato y las condiciones humanas y sanitarias a los internos por parte de TDCJ son de las mejores», indicó la misiva.
«Todos los reos tienen acceso a un consejero espiritual siempre que lo soliciten, así como materiales para pulir sus cualidades artísticas dentro de su celda que pueden ser adquiridos dentro del penal», escribió Hurst.
Según TDCJ, Texas es el estado que más ejecuciones ha registrado este año (9). Desde que se instauró la pena de muerte en EE.UU. en 1976, 527 condenados han muerto ejecutados en Texas, seguido de Oklahoma (112) y Virginia (110).
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