Charlotte (NC), 20 jul (EFEUSA).- El juicio contra un oficial de policía blanco en Carolina del Norte, acusado de disparar y matar a un afroamericano desarmado en 2013, inició hoy con la selección del jurado en una corte de Charlotte, mientras grupos demandaban "justicia" en las afueras del tribunal.
El agente de la Policía de Charlotte-Mecklenburg (CMPD), Randall Wesley Kerrick, enfrenta un cargo de homicidio involuntario por la muerte de Jonathan Ferrell, de 24 años, en hechos ocurridos en septiembre de 2013 en Charlotte.
Según el reporte oficial de CMPD, Ferrell buscaba ayuda en un vecindario desconocido en horas de la madrugada porque su vehículo se había descompuesto cuando fue interceptado por tres agentes que habían sido alertados por los vecinos de un posible «ladrón» en el vecindario.
El joven, un exjugador de fútbol americano, corrió hacia los oficiales para buscar ayuda, uno de ellos disparó su pistola Teaser pero no logró inmovilizarlo, y Kerrick entonces disparó doce veces contra el joven, que murió en el lugar.
El juez Robert Ervin inició hoy la selección del jurado, proceso que podría tardar semanas debido a la atención que ha generado el caso por las similitudes con otros polémicos incidentes nacionales de policías blancos que mataron a hombres afroamericanos en Ferguson, (Misuri), Milwaukee (Wisconsin), Baltimore (Maryland) y Nueva York.
Sin embargo, la diferencia de este caso es que CMPD decidió en menos de 24 horas que Kerrick debía enfrentar cargos de homicidio involuntario al utilizar «fuerza excesiva» para detener al joven, un hecho que no se había presentado anteriormente en el Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg.
En las afueras de la corte en Charlotte, Georgia Ferrell, madre del joven, reiteró a los medios que su hijo era un «típico joven americano» y una «persona caritativa y muy amigable».
«Yo lo he perdonado (Kerrick) pero debe pagar por lo que hizo, y fue acabar con la vida de una persona inocente», acotó Ferrell, quien llevaba la Biblia y un peluche de su hijo.
«Creo que van a tratar de presentar a mi hijo como un hombre negro muy enfadado, pero no lo conseguirán», apuntó.
La familia de la víctima llegó a un acuerdo el pasado mayo en el caso civil contra la ciudad de Charlotte por la muerte del joven por más de dos millones de dólares.
Kerrick podría enfrentar una pena mínima de tres años de prisión de ser hallado culpable, aunque sus abogados alegan que el tiroteo fue «justificado».
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