Jóvenes inmigrantes exploran su multiverso social por medio de arte y vídeos

Jóvenes inmigrantes exploran su multiverso social por medio de arte y vídeos

Denver (CO), 19 oct (EFEUSA).- Jóvenes inmigrantes en Colorado crearon obras de arte, vídeos y documentales como una manera de explorar las diferencias y similitudes culturales de lo que ellos denominan su "multiverso" social, que ahora es parte de una exposición cultural.

La muestra, apropiadamente llamada Multiverso, se exhibe en la sala principal de la organización no lucrativa Artes Visuales del Centro de Aurora (DAVA) y representa la idea de universos múltiples desde distintas perspectivas para permitir que los jóvenes expresen sus puntos de vista sobre una variedad de temas, desde etnicidad y cambios sociales hasta religión.

Para el proyecto, los jóvenes, todos ellos entre 12 y 18 años, además contaron con el respaldo de expertos, como el profesor Geoffrey Chadwick de la Escuela de Cine de Colorado y del artista Evan Mann, conocido por el uso de materiales comunes en sus obras.

«Algunos de nosotros ya hace tres años que estamos en DAVA y otros son nuevos. Pero todos aprendimos a hacer películas con nuestras propias manos», comentó Boris Cochajil, originario de Guatemala.

Cochajil, de 14 años de edad, es uno de los 29 estudiantes de DAVA que participó en la creación de vídeos para mostrar cómo los adolescentes imaginan que serían sus vidas si ellos pudiesen diseñar sus propios planetas y sus sociedades.

«Crearon microcosmos y macrocosmos imaginarios como una manera de representar las distintas esferas de su Multiverso», explicó Rudi Monteroso, líder del programa de capacitación laboral y del estudio de arte en DAVA.

Cochajil indicó que los expertos en cine les dieron sugerencias a los estudiantes sobre cómo hacer una producción y los ayudaron con ciertos aspectos técnicos como la ubicación de las luces, pero los dejaron usar sus propias ideas y su imaginación.

Los estudiantes también debieron aprender a presentar sus libretos ante los expertos para obtener así la ayuda necesaria.

El joven guatemalteco afirmó que la experiencia de crear su propio documental junto con sus compañeros y con profesionales lo llevó a pensar seriamente en dedicarse al cine.

En este apartado, Cochajil no es el único. Uno de sus compañeros, Malik, de 12 años, también quisiera dedicarse a los documentales.

«Hicimos un documental sobre buscapleitos y otro sobre por qué los inmigrantes son tratados de una manera diferente cuando llegan a su nuevo (mundo). Y también hicimos un vídeo sobre superhéroes y otro sobre fresas y bananas porque también queríamos divertirnos», detalló el joven.

El vídeo en cuestión es un cortometraje de dibujos animados en el que un muchacho come bananas pero las bananas se enojan y secuestran al gato del muchacho. Para recuperar su mascota, el muchacho debe prometer no comer más bananas. Así lo promete y comienza a comer fresas, pero las fresas se quejan que ellas no merecen ser comidas y el muchacho tampoco las come.

«Después de esto no solamente quiero ser un actor sino que quiero llegar a ser un gran actor», dijo Malik.

Y mientras un grupo creaba vídeos para explorar serios problemas sociales y ecológicos, otros se dedicaban a crear «robots para vestir», para explorar la «transformación tecnológica» que enfrentan los jóvenes actuales, explicó el supervisor Monteroso, también de Guatemala.

Cuatro grupos de participantes construyeron ocho robots, con la consigna que las distintas partes (cabeza, máscara, brazos, torso, piernas, manos y dedos) deberían ajustarse a las medidas físicas de sus creadores, de modo que cada uno de los jóvenes, si lo quisiese, pudiese vestir ese «robot».

«Todos los robots son de mi talla. Los medimos para estar seguros que así fuese. Y nos midieron a cada uno de nosotros también. Y luego medimos cada una de las partes», detalló Aree, de 13 años, quien prefirió usar sólo ese nombre.

Los jóvenes también «fabricaron» un «árbol» junto al cual, para contraponerlos a la naturaleza, ubicaron sus «robots». Y junto a esos robots están las pantallas donde se ven los vídeos creados por el otro grupo de participantes.

A principios de diciembre, poco después del cierre de la muestra, los jóvenes venderán sus obras para recaudar fondos para la renovación del edificio de DAVA.

«En nuestra vida, coexistimos en múltiples universos sociales y los jóvenes así lo expresan por medio de su talento artístico», aseveró Monteroso.

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