Miami, 27 may (EFEUSA).- Varias firmas de abogados del estado de Florida (EE.UU) viajan hoy a Cuba para evaluar de primera mano el sistema de regulaciones que afecta a la empresa y su protección jurídica, con motivo del proceso de normalización de las relaciones con el régimen de La Habana.
Se trata del primer viaje a la isla caribeña de un contingente de 37 letrados especialistas en asuntos financieros y jurídicos, patrocinado por el Colegio de Abogados de Florida, que examinará en profundidad el marco de regulación del sistema económico centralizado cubano.
Durante la visita de cuatro días los letrados participarán en una serie de charlas sobre el sistema legal cubano, las regulaciones oficiales y cómo estas afectan a la inversión extranjera.
Pero varios analistas de Miami se muestran algo escépticos ante la posibilidad de impulsar avances reales en este campo mientras las autoridades cubanas detenten el monopolio empresarial y los medios de producción.
«Este viaje va a conducir a muy poco. Son letrados que representan, algunos de ellos, a corporaciones internacionales que ya han invertido en Cuba. Pero las empresas norteamericanas no pueden invertir», a causa de la política de embargo comercial sobre la isla, dijo a Efe Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos (ICCAS), de la Universidad de Miami (UM).
Por ello, el académico calificó de «muy prematuro» el viaje de firmas legales a la isla, una visita que es más un «paseo, crear contactos con funcionarios del Gobierno cubano y análisis».
Además, los abogados embarcados en esta iniciativa «no representan al Gobierno estadounidense y no tienen ningún poder» de decisión, puntualizó el cubanoamericano.
El reconocido profesor de Economía de la Universidad Internacional de Florida (FIU) Jorge Salazar-Carrillo admitió que este acercamiento «tiene su pequeño valor»; pero, dado que la «legislación cubana es enormemente complicada y depende totalmente del Partido Comunista Cubano», a los abogados floridanos les resultará «muy difícil desentrañar» los entresijos del sistema jurídico y los «códigos civiles».
«Esto es mucho más complicado de lo que la gente se imagina y va a demorarse mucho tiempo», opinó el analista, quien apuntó a los planes de La Habana de abrir una zona de libre comercio en el puerto de Mariel como elemento capital en el interés del Gobierno cubano por propiciar una acercamiento entre Washington y La Habana.
Pero «esa zona en el puerto de Mariel no tendrá éxito a menos que Cuba pueda exportar a Estados Unidos», y, para ello, recordó Salazar-Carrillo, se debe levantar primero el embargo sobre la isla.
Está convencido economista de que ni «el turismo adicional, ni el impulso al ejercicio del cuentapropismo» vaya a suponer un cambio sustancial en la «muy deteriorada economía cubana».
«El Gobierno cubano controla todo y la economía informal (subterránea) es improductiva, con lo que su economía no puede ir hacia adelante», afirmó.
En ese contexto de precariedad, lo «único que funciona realmente» en la isla caribeña y «sostiene su economía es la relación con el exilio, que envía remesas anuales de en torno a 5.200 millones de dólares»..
Sin embargo, en opinión de Emilio Morales, presidente del influyente Havana Consulting Group, esta visita de abogados estadounidenses a Cuba muestra el «interés que existe en el empresariado norteamericano por conocer las potencialidades reales del mercado cubano», así como el «deseo» de examinar el «marco legal que rige la economía y los negocios en la isla».
Se refirió Morales al «deshielo» entre los Gobiernos cubano y estadounidense como factor que ha «desatado un incremento de los viajes de empresarios a la isla», en un intento salvar el «profundo desconocimiento de sus leyes y de su mercado».
La conclusión de Morales es que los «empresarios y firmas norteamericanas interesadas en invertir en Cuba» afrontan dos grandes retos: el primero, «conocer el marco jurídico que rigen los negocios en la isla»; después, y aún más vital, «comprender el mercado, el comportamiento de los consumidores, el poder adquisitivo real de la población cubana».
«No vale de nada tener una licencia para hacer negocios con Cuba y no saber nada del atípico mercado que es (…), eso sería como echar el dinero en un saco sin fondo», advirtió.
Y es que, tras más de medio siglo durante el que otros países y compañías han «tomado ventaja» respecto de EE.UU., estas «no van a permitir tan fácilmente que les arrebaten su cuota de mercado», apostilló el experto.
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