Chicago (IL), 17 sep (EFEUSA).- Una hispana de Cícero, en el condado de Cook (Illinois), será una de más de una docena de trabajadoras que junto al presidente Barack Obama darán la bienvenida al papa Francisco a su llegada a la Casa Blanca este 23 de septiembre.
«Me siento honrada, es un gran privilegio y una oportunidad de una vez en la vida de poder dar la bienvenida al papa Francisco a los Estados Unidos y representar a los trabajadores mal pagados de la industria de la comida rápida», manifestó Adriana Álvarez, madre soltera con un hijo de tres años.
La activista, quien ha trabajado para un McDonald’s en Cícero por cinco años, se encuentra muy activa en la lucha por el salario mínimo de 15 dólares
Álvarez viajó en agosto pasado a Brasil para participar en una audiencia en el Senado brasileño sobre los efectos de las corporaciones de comida rápida en la economía global.
Actualmente, la hispana que sobrevive usando la tarjeta LINK de estampillas de comida, está batallando para poder pagar el cuidado de su hijo porque el estado de Illinois ha recortado la asistencia al programa de cuidado de niños.
Además, la activista ahora vive en un sótano que está en constante riesgo de sufrir inundaciones, debido a la falta de recursos económicos para poder alquilar un mejor lugar.
Aun así, Álvarez, de 23 años, es una mujer que lucha continuamente para mejorar su vida y la de los demás y desde que ingresó a la campaña «Lucha por 15», ha sostenido reuniones en su casa y ha logrado un aumento a los salarios de sus colegas en un restaurante McDonald’s.
El pasado 20 de agosto, la hispana contó sus experiencias a representantes de todo el mundo en Brasil y es una inspiración a los demás, comentó Deivid Rojas, vocera en Chicago de la campaña por los 15 dólares.
Álvarez dijo estar emocionada al poder viajar a Washington D.C. y presenciar un acto histórico como la visita del pontífice.
«Si tengo la oportunidad de hablar con el papa, yo le daría las gracias por ser como es y también le diría que difícil es ser una madre soltera trabajando para un McDonald’s, que es muy difícil pagar la renta, pagar el cuidado de mi hijo, criarlo y sobrevivir», concluyó la activista.
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