Nueva York, 25 may (EFEUSA).- En un país en el que la atención médica es siempre objeto de debate, mención aparte merece el Brookdale Hospital, el hospital más peligroso de Nueva York, y en el que los enfermos tienen diez veces más posibilidades de contraer llagas o infecciones sanitarias que en el resto de centros.
Es la conclusión a la que llega la Hospital Safety Score, una clasificación de los hospitales de Estados Unidos según su nivel de seguridad que realiza dos veces al año la organización sin ánimo de lucro Leapfrog Group, y que dio a Brookdale, en la edición de este mayo, la única «F» (la nota más baja) de todo Nueva York.
Situado en el corazón del distrito de Brooklyn, el hospital acarrea varios años de demandas por negligencias médicas. Aunque Hospital Safety Score no las tiene en cuenta, Erica Mobley, una representante de Leapfrog Group, indicó a Efe que «no es una coincidencia, porque las estadísticas muestran claramente que este hospital tiene muchos problemas significantes de seguridad».
Según la prensa local, en marzo de 2012 la Corte Suprema de Brooklyn informó de que el hospital, con solo 330-360 camas, tenía más de 100 juicios abiertos por malas prácticas. Una cifra desproporcionada en comparación con Maimonides Medical Center, otro hospital de la zona con 700 camas y 80 juicios abiertos en esa época.
Entre los casos que han salido a la luz pública se encuentra el de un bebé de seis meses que presuntamente murió en octubre de 2011 porque una enfermera le administró la dosis adulta de antibiótico para la neumonía, seis veces más de la que debía recibir.
Según las estadísticas de Leapfrog, que provienen de datos de Medicare y otras fuentes, el porcentaje de infecciones sanguíneas y urinarias es «significantemente peor» que la media, así como el correcto uso de antibióticos antes y después de la cirugía o los riesgos de problemas respiratorios peligrosos tras una operación.
«Un año atrás acudí a urgencias porque me sentía enferma y me dijeron que solo tenía un catarro. Unos cuantos días después, me sentí mucho peor, con fiebre y escalofríos. Volví y me diagnosticaron neumonía y bronquitis», explicó a Efe Joanna Maldonado, una vecina de la zona.
«Perdí una semana de trabajo y de sueldo -denuncia Maldonado-, porque acababa de empezar en este empleo y no tenía días por enfermedad. La parte curiosa es que me cobraron alrededor de 400 dólares por la primera visita, y les envié una carta diciendo que no iba a pagar por ser diagnosticada equivocadamente».
Aunque Brookdale está situado en Brownsville, uno de los barrios más desfavorecidos de Nueva York, los expertos, tras tres años realizando Hospital Safety Score, consideran que la falta de recursos por el impago de los pacientes no es una excusa para las pocas medidas de prevención en el hospital.
«El Detroit Receiving Hospital está en uno de los peores barrios de Detroit (Michigan) y ha tenido siempre una ‘A’ o una ‘B’. Queda claro que los hospitales deben ser seguros aunque tengan retos por delante, y muchas de las medidas necesarias no son caras, como contratar personal con la educación necesaria», asevera Mobley.
Además, el Departamento de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (OSHA) interpuso en el pasado agosto una multa de 78.000 dólares al centro por «no proteger a sus empleados de amenazas e intimidaciones durante interacciones con pacientes y visitantes».
Entre los 40 incidentes reportados entre el 7 de febrero y el 12 de abril de 2014 que cita OSHA destaca el caso de una enfermera de avanzada edad que tuvo que ser operada con serios daños cerebrales tras ser atacada y repetidamente golpeada por un paciente que estaba atendiendo.
«Esta trampa mortal debería cerrarse, no ser subsidiada con vuestros impuestos», defendió la presidenta del Comité para Reducir Muertes por Infección, Betsy McCaughey, en un artículo de opinión en el New York Post.
Desde el Brookdale Hospital, si bien no accedieron a conceder entrevistas, enviaron a Efe un comunicado en el que Estevan Garcia, director médico de la institución, consideró que la calificación obtenida «no refleja el progreso significante que el hospital ha llevado a cabo en los últimos años, ya que se refiere a datos de 2010».
«Desde el 2014, hemos visto mejoras significativas que no están bien reflejadas en la evaluación de Leapfrog, particularmente en áreas como las condiciones adquiridas del hospital. Aunque nuestro trabajo ciertamente no está acabado, Brookdale continúa comprometiéndose a mejorar el cuidado de los pacientes y concentrándose en las áreas médicas fundamentales que necesita la comunidad que servimos», mantuvo Garcia.
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