Washington, 29 may (EFEUSA).- La economía de EEUU registró una contracción en el primer trimestre del año, a una tasa anualizada del 0,7 %, en lo que supone el tercer crecimiento negativo trimestral desde el final de la crisis de 2008.
El Departamento de Comercio divulgó hoy su segundo cálculo del producto interior bruto (PIB) del año, después del avance del 0,2 % calculado inicialmente.
La cifra muestra que la recuperación económica en EEUU después de la denominada «Gran Depresión» aún enfrenta debilidades, aunque los economistas consideran que el bache es temporal y prevén un repunte en el segundo trimestre del año.
De hecho, las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Reserva Federal (Fed) pronostican un crecimiento de la primera economía mundial en 2015 de entre el 2% y el 3%, a la cabeza de las economías avanzadas.
Así lo indicó Jason Furman, director del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, quien remarcó que la tendencia económica a medio plazo es sólida.
«La ralentización del primer trimestre es resultado del duro clima invernal, la tibia demanda externa, y los consumidores ahorrando los beneficios de los bajos precios del petróleo», aseguró Furman en un comunicado tras conocerse los datos.
Pese a que la reducción del precio de la gasolina ha supuesto un alivio para los ciudadanos, también ha significado un duro golpe para el sector energético nacional, que ha reducido inversiones y personal de manera continuada.
Precisamente, el gasto de los consumidores, que supone casi dos tercios de la economía de EEUU, registró un alza del 1,8 %, muy por debajo del 4,4 % del último trimestre de 2014.
Asimismo, los analistas apuntan como causa el bajo nivel de inventarios y el déficit comercial mayor de lo esperado, unido a la huelga sindical en los puertos de la costa oeste del país, que ha hecho mella en la actividad económica del país.
Por otro lado, la reciente apreciación del dólar hizo que las exportaciones disminuyeran un 7,6 % en el primer trimestre, al encarecer el precio de los productos estadounidenses en el extranjero.
Los indicadores económicos más recientes señalan, no obstante, una mejoría en los últimos meses, con un mercado laboral en continua mejoría que ubicó la tasa de desempleo de abril en el 5,4 %, la menor desde 2008.
A este dato se suma el cambio de tendencia en la inflación, que aunque persiste en niveles notablemente inferiores al 2 % marcado como meta a medio plazo por la Fed, ha empezado a crecer recientemente y aleja la sombra de la deflación.
Se trata de la tercera contracción trimestral de EEUU desde la aguda crisis desencadenada por el estallido de la burbuja inmobiliaria de 2008, después del primer trimestre de 2011 y 2014.
El indicador agrega dudas sobre el proceso de normalización monetaria, en el que se encuentra embarcada la Fed, tras el multimillonario estímulo lanzado para contrarrestar la crisis.
Aunque el banco central ha calificado la debilidad económica como «transitoria», los expertos sostienen que es más que probable que la esperada alza de tipos de interés, la primera desde 2006, se retrase algo y no se produzca hasta finales de año en lugar del final del verano, como se estimaba previamente.
El tercero y definitivo cálculo del PIB se dará a conocer a finales de junio.
Tras la contracción del PIB entre enero y marzo, los expertos prevén una recuperación y un crecimiento económico de alrededor del 2 % para el segundo trimestre del año.
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