Nueva York, 22 jul (EFEUSA).- El robo de salario es un grave problema en Nueva York, donde un grupo de trabajadores, en su mayoría indocumentados, se ha unido para combatir y luchar para fortalecer la ley que lo tipifica.
«El robo de salario es un gran problema y se está tornando peor», aseguró a Efe Sarah Ahn, directora del Centro de Trabajadores de Flushing, en el condado de Queens, que ha creado el Centro de Robo de Salarios para orientar a jornaleros y otros trabajadores sobre el tema, según informaron en una conferencia de prensa.
Ahn recordó un estudio -realizado por la National Employment Law Project- que reveló que los trabajadores en la Gran Manzana pierden cerca de 20 millones de dólares semanales por robo de salario.
«Necesitamos cambios en la ley y alentar a los trabajadores para que den un paso al frente» en la lucha por sus derechos porque han ido al Departamento del Trabajo «y no pasa nada».
De acuerdo con el grupo de trabajadores, entre ellos latinos y asiáticos, -jornaleros, obreros de la construcción y de salones de belleza, entre otros- la Ley de Prevención de Robo de Salarios de Nueva York debe ser reforzada para evitar que sigan siendo víctimas de sus empleadores.
En 2008, el hondureño Luis Ferrera fue contratado para hacer trabajos de remodelación en una compañía y luego en el hogar del empleador, por los cuales se negaron a pagarle los 3.000 dólares que el trabajador de la construcción reclamó.
Ferrera acudió al Departamento del Trabajo que le refirió a la Corte de Pequeños Reclamos, donde el empleador alegó no poder pagar la deuda.
El juez le ordenó pagar entonces 1.500 dólares, de los que Ferrera sólo recibió 50 dólares, explicó a Efe.
«Lo busqué y me dijo que él y su familia no podían pagar», agregó al recordar que legalmente no pudo hacer nada contra su empleador «y me retiré» de seguir intentándolo.
De acuerdo con el inmigrante hondureño, su caso demuestra «que la palabra de un juez no vale, sino la del que te debe dinero».
Ferrera recordó además que son muchos los trabajadores en la misma situación por lo que decidieron unirse y crear el grupo Jornaleros Unidos.
«Ahora estamos tratando de presionar por una ley que obligue al patrono a depositar el dinero (adeudado al trabajador) en un banco y que la corte esté al corriente de ello, que les obliguen a pagar», señaló el trabajador.
Otro trabajador, el mexicano Roberto Meneses, aseguró a Efe que las modificaciones que ha tenido la Ley de Prevención de Robo de Salario han sido «muy débiles».
«A los jornaleros no se les protege para nada. Hemos llevado casos al Departamento del Trabajo y a la Corte de Pequeños Reclamos «y no están funcionando para nada. Por eso la decepción que tenemos», aseguró.
«Ahora estamos unidos en una coalición tratando de trabajar junto a otros que tienen el mismo problema. En el grupo hay coreanos, chinos, hispanos, de todo, porque el problema afecta a todos», afirmó el jornalero.
Agregó que cuando al que contrata a los jornaleros le conocen en una esquina, se va a otra esquina (para intentar engañar al trabajador), «y en Nueva York hay más de 50 esquinas».
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