Un Santiago Apóstol bañado en el mar Caribe se celebra en Nueva York

Un Santiago Apóstol bañado en el mar Caribe se celebra en Nueva York

Nueva York, 25 jul (EFEUSA).- Con el origen católico del mismo Santiago Apóstol, patrón de España, la comunidad puertorriqueña de Nueva York celebra esta festividad sumando su tradición afrocaribeña y multiplicando por tres la figura del santo, para los hombres, las mujeres y los niños, que desfila por El Barrio latino de Harlem.

La devoción a Santiago Apóstol sigue vigente en la Gran Manzana, donde fue traída por los emigrantes boricuas hace 38 años desde la localidad de Loíza Aldea, al noreste del país, y que ahora se celebra durante tres días con la colorida fiesta en la que conviven el fervor religioso y la influencia de la tradición africana.

«Con estas fiestas estamos manteniendo nuestra tradición para que no muera, para que la conozcan las nuevas generaciones», dijo a Efe Iris Robles, cuya madre Aida fue una de las fundadoras de Hermanos Fraternos de Loíza Aldea junto a su primo Carmelo, que desde los inicios ha celebrado este evento, al que recientemente se unió el Centro Cultural Caribeño Instituto de la Diáspora Africana.

Desde ayer y hasta el domingo, El Barrio latino de Harlem, una de las principales comunidades puertorriqueñas en esta ciudad, rinde homenaje a Santiago, el mismo que fue discípulo de Jesús y que extendió la cristiandad por Europa.

Sin embargo, la tradición loiceña ha sumado el crisol de culturas que da identidad a Puerto Rico al santo, transformado por la fusión de razas en la isla, como ha ocurrido en otros países donde se venera al santo guerrero.

Cuenta la tradición que misteriosamente apareció entre un hueco en las raíces de un centenario árbol de corcho una talla religiosa de un santo montado a caballo y que preocupados por el enigma, los pescadores del sector la devolvieron al mar. Sin embargo, la estatua regresó al día siguiente.

Repitieron la operación varias veces con el mismo resultado y, al tercer día, decidieron llevarla a la iglesia del pueblo para ser bendecida y de esta forma cuentan que tuvo su origen el culto a Santiago Apóstol de los niños de Loíza.

Este Santiago tiene tres representaciones: Santiago de los hombres, Santiago de las mujeres y Santiaguito, el de los niños, al que dedicaron el primer día del festival, que vuelven a recorrer las calles de este vecindario en una procesión.

«Esta es una tradición que viene conmigo desde que nací», afirmó Robles, que nació en el municipio costero de Loíza, donde participaba de las fiestas, y que ha continuado con la organización del festival en El Barrio tras la muerte de su progenitora.

«La gente siempre espera la fiesta, ha venido gente desde Puerto Rico y otros estados. Mi sueño es que venga más gente para que paseen a los santos (en la procesión), que los saluden, que vean que conservamos nuestra tradición», indicó.

La veneración al santo es tanta que pese a no ser el patrón de Loíza, su figura ecuestre está en el escudo del municipio, donde fueron llevados una gran población de esclavos para el cultivo de la caña.

La fiesta de Santiago Apóstol concluye el domingo con la procesión, luego de una misa, y recorrerá varias calles hasta llegar a la calle 105, en pleno corazón de El Barrio, donde los tres Santiagos serán recibidos a ritmo de tambores con la bomba puertorriqueña, heredada de la cultura africana.

«Cuando lleguemos ahí saludaremos a los santos tres veces porque ellos son tres y no se ven en todo el año. Luego los exponemos porque la gente les reza, les pone cintas y piden un deseo, los tocan y toman fotos», explicó sobre la antigua tradición.

Por su parte, Marta Moreno Vega, directora del Centro Cultural Caribeño, destacó que con esta fiesta la gente se educa sobre la tradición afro de Puerto Rico.

«En Puerto Rico no se han documentado muchas de las tradiciones como en Cuba o Brasil, donde la población esclava fue mucho más grande, pero eso no quiere decir que no se mantengan las tradiciones», argumentó.

Destacó además que celebrar esta fiesta es un reconocimiento a esa herencia africana. «Muchas veces no se habla de las tradiciones afro que se han mantenido, es como un tipo de discriminación, algo folclórico pero no importante», dijo la también autora.

«Sin embargo, las tradiciones de los diversos grupos (taínos, españoles y africanos) son los que forman el pueblo puertorriqueño y cada cual tiene su valor y se tienen que respetar, celebrar y entender. Es importante que se sepa cómo influyeron en la cultura», afirmó.

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