Austin, 23 jun (EFEUSA).- La Universidad de Texas en Austin anunció hoy que estudia retirar una controvertida estatua en honor al presidente de la Confederación, Jefferson Davis, que esta mañana amaneció con pintadas alusivas a la matanza de nueve afroamericanos la semana pasada en Carolina del Sur.
Junto a la estatua de Davis, la Universidad de Texas retiraría las de los generales confederados Robert Lee y Albert Johnston, que también sufrieron pintadas y que están ubicadas todas ellas en un lugar central del campus universitario de la capital tejana.
Los autores de las pintadas, que ya han sido limpiadas, escribieron «Black lives matters» (las vidas de los negros importan), uno de los lemas más usados durante las protestas raciales que han proliferado durante los últimos meses en el país.
El presidente de la Universidad de Texas en Austin, Greg Fenves, anunció hoy la creación de un comité que estudiará el caso y entregará sus recomendaciones durante este verano.
«Este asunto levanta pasiones», dijo en rueda de prensa el vicepresidente de Diversidad de la universidad, Gregory Vincent, al agregar que «golpea en el corazón de la historia y de lo que significa hoy vivir en una sociedad diversa».
Vincent presidirá la comisión creada hoy por Fenves, en la que «se escucharán todas las opiniones», aseguró.
Las pintadas han llegado acompañadas de una protesta más formal: una petición para retirar la estatua ha reunido más de 2.500 firmas desde el domingo.
En marzo, el Consejo de Estudiantes también emitió una solicitud para que la Universidad de Texas retirase la estatua de Davis al considerar que el monumento supone una «bofetada en la cara» de los alumnos afroamericanos.
«Las estatuas tienen como propósito glorificar a personas y lo que defendían. Jefferson Davis representaba algunas ideas abominables», dijo entonces Xavier Rotnofsky, presidente del Consejo de Estudiantes de la universidad, en referencia al racismo y la esclavitud.
La matanza de nueve feligreses negros en un iglesia de Charleston a manos de un joven supremacista blanco fanático de la Confederación ha reabierto el debate sobre los símbolos en el país.
La gobernadora de Carolina del Sur, estado en el que se ubica Charleston, la republicana Nikki Haley, se pronunció este lunes a favor de retirar la bandera confederada que ondea en los jardines del Parlamento estatal.
La Confederación agrupó a once estados del sur que se separaron de Estados Unidos entre 1861 y 1865, en defensa de un modelo económico basado en la esclavitud y contrario al que defendían los estados del norte.
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