Denver (CO), 24 nov (EFEUSA).- Los famosos camiones de comidas estacionan en las escuelas públicas de Boulder (Colorado) en una iniciativa que Ann Cooper, responsable del programa, anticipa se extenderá al resto del país en los próximos años para fomentar el consumo de alimentos nutritivos.
El proyecto del camión de comidas se basa en la Ley de Niños Saludables y Sin Hambre de 2010, que estableció a nivel federal reducciones en la cantidad de sal, azúcar, grasas y calorías que se permiten en las comidas escolares.
Cuando esos cambios se implementaron muchos estudiantes dejaron de comer en la cafetería de sus escuelas del país, dijo Cooper, directora de servicios alimenticios del distrito escolar del Valle de Boulder (BVSD), que cuenta con unos 30.000 estudiantes, de los cuales el 13 % es de origen hispano.
Actualmente, sólo el 20 % de los alumnos de BVSD compra alimentos en la cafetería escolar y un número aún menor consume la comida dentro de la escuela.
«Prefieren ir afuera, salir de la escuela e incluso salir del campus para estar con sus amigos o para escuchar música. Van afuera a comprar comida no tan nutritiva y a precios más altos de los que nosotros ofrecemos», comentó.
Por ello, contar con estas cocinas rodantes en los estacionamientos de las escuelas ayuda también a controlar la conducta de los alumnos, pues los jóvenes permanecen dentro de las instalaciones, explicó.
Cooper supervisa uno de los pocos camiones de comidas en todo el país de propiedad de un distrito escolar, aunque, según la directora, se trata de una tendencia que en los próximos años se extenderá a otros distritos.
Con 30 años de experiencia como chef, Cooper es una reconocida defensora de comidas saludables para niños dentro y fuera de las escuelas.
De hecho, en 2009 inició el Proyecto de Comidas Escolares Nutritivas para proveer a los estudiantes de «alimentos frescos, saludables, con ingredientes locales y mayormente orgánicos», y desde entonces cuenta además con su propia organización benéfica para impulsar la reforma de las cafeterías escolares.
Por eso, tras recibir una donación de 75.000 dólares por parte de una empresa privada local dedicada a productos alimenticios, en septiembre de 2014 BVSD compró su propio camión de comidas, que fue pintado para que resultase atractivo a los estudiantes.
Durante meses se experimentó con variaciones del menú y con música y colores hasta encontrar las mejores combinaciones del gusto de los jóvenes.
El menú actual incluye hamburguesas de carne de res que no recibieron hormonas ni antibióticos, hamburguesas vegetarianas de frijoles negros y maíz hechas a mano, sandwiches de queso a la parrilla, puerco a la parrilla, sandwiches de pollo y queso derretido y ensaladas.
«Cambiar el menú tradicional de los almuerzos escolares fue algo nuevo. Ofrecer desde este año el nuevo menú en camiones de comidas es un nuevo concepto que ya cuenta tanto con el respaldo de los alumnos como de los padres», dijo Cooper.
«A los alumnos les gusta porque ya no deben estar dentro de la cafetería para comer y pueden hacerlo fuera de la escuela. Y a los padres les gusta porque sus hijos no salen del campus escolar y porque comen comidas nutritivas», agregó.
El resultado del experimento fue exitoso, comentó Cooper, porque «se logró llegar a un grupo demográfico que antes no iba a la cafetería».
En la actualidad, además de Boulder, un distrito escolar en Minnesota y dos distritos escolares en California también tienen sus propios camiones de comida, tras haber alcanzado acuerdos con empresas privadas y organizaciones comunitarias para llevar adelante el proyecto, según Cooper.
«Me siento orgullosa de ser parte del equipo que implementó este proyecto y que seguramente ayudará a que otras escuelas lo implementen porque así logramos aumentar la participación de los estudiantes en las comidas saludables», indicó Cooper.
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