Familia de Florida hereda activismo de César Chávez y lucha por inmigrantes

Familia de Florida hereda activismo de César Chávez y lucha por inmigrantes

Miami, 25 jun (EFEUSA).- La vida de los Barajas ha sido el campo, pero también la reivindicación de los derechos de los campesinos e inmigrantes cuando cuarenta años atrás les dio por sembrar la semilla del sindicalismo en Florida, de la mano del líder César Chávez.

De niños, los hermanos Hilario y Valentín Barajas recolectaban cebollas, tomates y repollos en Texas, donde nacieron hace más de sesenta años en el seno de una familia de origen mexicano.

Años después, una nueva generación de los Barajas creció en medio de precarias condiciones en los campos de cítricos de Florida, que abandonaban durante el verano para recoger tabaco en Carolina del Norte y en el otoño para la cosecha de manzanas en Michigan.

«Seguíamos las cosechas. Así fue como me crié toda la vida», recuerda Daniel Barajas, de 33 años, hijo de Hilario.

«Era un trabajo de esclavos», explica su padre, quien resentía especialmente el interminable verano en el llamado «Estado del Sol» y la fatiga, sopor y humedad bajo las enormes matas de tabaco.

En 1970 Hilario y su hermano Valentín, un año mayor, estaban apenas en sus veinte cuando se sumaron en Florida a la «revolución social» que Chávez había comenzado en California para mejorar las deplorables condiciones laborales y humanitarias de los campesinos.

«Era un hombre muy sencillo y muy sabio», explica aún con sorpresa Hilario, quien junto con su hermano hicieron parte del comité negociador con Coca Cola, dueña de la compañía de zumos Minute Maid, con la que lograron en 1972 el «único» contrato sindical que el fallecido líder firmó en Florida.

«Él se sentaba debajo de un árbol para platicar con la gente como uno de nosotros, pero cuando estábamos en la mesa de negociación era otro hombre diferente, era un abogado, era una persona muy inteligente», recuerda Hilario, de 64 años.

Por los menos durante diez años estos hermanos trabajaron y aprendieron de Chávez, quien junto con la líder nacional Dolores Huerta fundó el sindicato conocido hoy como Unión de Campesinos (UFW).

«Ese historial de trabajo para la comunidad fue algo muy grande para nuestra familia», rememora Daniel.

Relata que en 1981 sus padres y su madrina, la monja Pearl McGivney, fundaron Farmworker Ministry, Inc., una organización campesina en Auburndale, un pueblo en el centro de Florida, que ayuda desde entonces a las familias en temas de vivienda, inmigración, salud, empleo y educación.

Ese activismo inspiró también a la hija menor de Hilario, María Isabel Barajas, a fundar en 2010 el Young American Dreamers para darle voz a los jóvenes indocumentados que fueron traídos de niños por sus padres inmigrantes.

Dos años después, cuando el presidente Barack Obama apenas había anunciado la Acción Diferida (DACA) para beneficiar a estos jóvenes, las banderas a favor de los «soñadores» pasaron sin planearlo a su hermano Daniel, cuando un accidente de tránsito acabó con la vida de María a los 21 años.

«Ella estuvo muy inspirada por el movimiento de César Chávez con el que trabajaron mis papás. Mi hermana dio literalmente su vida por el movimiento ‘dreamer'», señaló Daniel, quien recordó que su hermana murió en una tormenta cuando regresaba de una junta, tras una protesta durante la campaña del entonces candidato presidencial republicano Mitt Romney, de donde fueron expulsados.

Esta familia lucha ahora con más ahínco por la causa de DACA, por el otro alivio de Obama que busca ayudar a padres indocumentados de ciudadanos estadounidenses (DAPA), por las licencias para los sin papeles en Florida y por los inmigrantes veteranos deportados, entre otras causas.

«Desde que tenía 10 años María Isabel se preocupaba por ayudar a los demás», recuerda Hilario, quien acudió el pasado 15 de junio al lanzamiento de la campaña presidencial del candidato republicano Jeb Bush, en Miami.

«Nosotros fuimos a escuchar lo que él iba a decir de inmigración porque nos importa. Mi hija luchó mucho por DACA», expresó Hilario, quien se mostró preocupado de los planes del exgobernador de Florida de acabar con las acciones ejecutivas de Obama.

Vestidos con las camisetas de los Young American Dreamers, Hilario, Valentín, Daniel y otros activistas fueron expulsados «sin razón» del evento antes de escuchar las palabras de Bush.

«Nosotros teníamos esperanza que si nos miraba a nosotros, con nuestras camisetas de los dreamers, (Bush) iba a decir: ‘esto es lo que vamos a hacer en inmigración'», explicó Hilario.

El grupo, sin embargo, sigue «cosechando semillitas, para luego recoger», según dice Daniel, y en el camino esta familia busca también que Florida proclame el 31 de marzo como «Día de César Chávez», en honor al nacimiento de este defensor de los campesinos.

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