100 Mujeres recorrerán 100 millas para pedir apoyo del papa a indocumentados

100 Mujeres recorrerán 100 millas para pedir apoyo del papa a indocumentados

Los Ángeles, 11 sep (EFEUSA).- Tres inmigrantes hispanas de Los Ángeles junto a cinco filipinas recibieron hoy las bendiciones del padre Raniero Alessandrini para iniciar su peregrinación hacia Washington DC el próximo día 15 de septiembre como parte de la caravana "100 Mujeres, 100 Millas".

El objetivo de las mujeres en esta marcha de cien millas es el de trasladar sus preocupaciones sobre el sufrimiento de millones de inmigrantes indocumentados al papa Francisco, que por primera vez pronunciará un discurso ante el Congreso estadounidense.

«Aquí Señor pedimos que bendiga particularmente a estas mujeres, ayúdales Señor en este camino», aclamó el clérigo de Nuestra Señora del Sagrado Rosario en Sun Valley, California.

«El señor es la inspiración de todo esto que ustedes están haciendo. Él es el que motiva», agregó.

Entre las ocho inmigrantes se encuentran la salvadoreña Hilda Guzmán y las mexicanas Carolina Mora y María Hernández, que partirán el próximo lunes hacia Pensilvania.

Al día siguiente, se unirán allí al resto de los inmigrantes procedentes de otras ciudades del país y caminarán a pie durante ocho días hasta alcanzar la capital estadounidense el próximo 22 de septiembre.

Ese mismo día, las cien peregrinas y aquellas que se vayan sumando a la caravana durante el recorrido, participarán en una vigilia que se realizará frente a la Casa Blanca.

«Necesito una reforma migratoria ya que soy indocumentada y en el trabajo he pasado por muchas cosas como abuso laboral, robo salarial, discriminación», confesó a Efe María Hernández, una trabajadora que sobrevive limpiando casas.

La chilanga se encomendó al poder de convencimiento del Pontífice argentino para lograr cambios en la política migratoria que alivie la angustia de millones de inmigrantes indocumentados.

«Que ore por una reforma migratoria, que ore para que liberen DAPA y que ya no haya separación de familias», agregó esta mexicana que lleva dieciséis años viviendo sola en Estados Unidos sin ver ni a su hijo ni a su madre.

«Me siento triste, me siento frustrada porque vine aquí para darles una vida mejor a él y a mi madre y eso me ha costado mucho porque es triste vivir acá solo, luchar para ellos y darles una vida mejor», aseguró con los ojos humedecidos.

Para la mexicana Carolina Mora, participar en esta travesía rumbo a la capital política del país implica alejarse de sus cinco hijos y de su marido.

«Es la primera vez que me separo de mis hijos», aseguró visiblemente emocionada, mientras sostenía una rosa y una vela en la mano.

«No tengo un estatus migratorio donde me garantice que voy a estar unida con mi familia», agregó la empleada del hogar.

La mexicana también precisó que ha depositado todas sus esperanzas en el catolicismo y que tiene mucha fe de cara a que el Pontífice «ayude a todos los inmigrantes» y pueda convencer a los líderes políticos de los estragos que causa la separación familiar y las deportaciones.

De igual manera manifestó su deseo de reunirse con el papa y compartir con él sus preocupaciones migratorias.

Por su parte, la salvadoreña Hilda Guzmán reconoció sentirse «encantada y emocionada de ir a este evento de gran envergadura» y recalcó que todas las peregrinas están «luchando para que la voz de todas las mujeres sea escuchada».

Esta cuidadora de ancianos también insistió en que unirse a la caravana «100 Mujeres, 100 Millas» no resultó «fácil» ya que había varias candidatas compitiendo por un lugar.

Guzmán finalizó su intervención recordando que las mujeres que emigran a Estados Unidos lo hacen para trabajar y animó a otras inmigrantes a hacerse escuchar y unirse a esta causa.

«¡Que nos apoyen (las mujeres), que no tengan miedo. Necesitamos que se nos escuche!», concluyó.

Las peregrinas recorrerán trece millas diarias y comenzarán su jornada diaria a las ocho de la mañana, durmiendo en las iglesias, escuelas o albergues que les brinden un techo.

La caravana es una iniciativa liderada por «We Belong Together» y «#Not1More Campaign», que cuenta con la participación de distintos colectivos de mujeres inmigrantes que residen en varias ciudades del país.

Las tres hispanas son representantes de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA), una organización proinmigrante a través de la cual recibieron una invitación del congresista Xavier Becerra para acudir al Congreso el próximo día 24 de septiembre y ser testigos presenciales del primer discurso papal en éste.

No obstante, a pesar de las ilusiones, no será hasta su llegada a Washington D.C., cuando las peregrinas sabrán quiénes serán las elegidas para escuchar el mensaje de la máxima autoridad eclesiástica de la fe católica en el mundo.

Debido al gran interés suscitado por la visita del Pontífice a la capital estadounidense, incluso la Cámara de Representantes de Estados Unidos se vio obligada a limitar el número de asistentes que tendrán acceso al interior del recinto legislativo, una medida que fue anunciada este verano por su presidente, John Boehner.

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