Hispanos alistan sus «lowriders» para lucirlos en feria en EE.UU.

Hispanos alistan sus «lowriders» para lucirlos en feria en EE.UU.

Los Ángeles, 21 jul (EFEUSA).- Modificar vehículos con el chasis tan bajo que casi cepilla la carretera es una pasión que perdura en clubes de automovilismo en Los Ángeles y que llena de orgullo a sus dueños que los exhibirán esta semana como verdaderas joyas en una feria en la Plaza de la Raza de esta ciudad.

«Muchas de las razones por las que los hombres construyen carros como estos es porque les gusta expresarse, les gusta mantenerse ocupados y creativos», explicó a Efe Leslie Kendall, jefe de conservación del Museo de Autos Petersen.

«Pero también porque les gusta atraer a las damas y esta es una buena manera que encontraron para hacer eso», agregó el experto, al destacar un Cadillac Coupe de Ville, 1973, donado a esta casa de carros antiguos de Los Ángeles por el filántropo fallecido Michael Hammer.

El vehículo, con tapicería al estilo de leopardo, será prestado a la exhibición «LA Story» que este sábado tendrá una docena de estos vehículos, conocidos en inglés como «lowriders».

Kendall contó que los carros con suspensión hidráulica modificada para bajar y subir el chasis surgieron en Estados Unidos desde la década de 1940.

«Diferentes segmentos de la sociedad adoptaron los vehículos bajos como suyos y en particular los hispanos», recordó el especialista encargado de mantener en buen estado la colección de 150 vehículos de diversos tipos en dicho museo.

Explicó que esta moda juvenil de mediados del siglo XX consistió en instalar gatos hidráulicos a los vehículos y también personalizar la pintura exterior y la tapicería interior de tal manera que muchos lucen como carrozas.

Miguel Lencina, de 45 años, es propietario del Chevy Malibu Classic, 1974, que heredó de un tío que lo adquirió recién salido de la fábrica y que identifica como «Blue Mistress».

Lencina dijo a Efe que «es la pasión de la vida» la que lo lleva a invertir sus ahorros en un vehículo que sólo maneja los fines de semana o rumbo a las exhibiciones.

«Es la atracción que tenemos, compartimos con otra gente, nos divertimos, merendamos en el campo», describió el socio del club automovilístico «Forever Clown».

«Si hay algo que nos une son estos carros», aseguró.

Lencina destacó que gracias a esta afición hoy se reúne en las exhibiciones con quienes en la adolescencia fueron rivales de pandillas, «la relación hoy es familiar porque con nuestras esposas e hijos nos juntamos a comer», aseveró.

«En el pasado acostumbraban a hacer el arreglo con suspensiones hidráulicas de aviones, así es como comenzó y poco a poco comenzaron a modificarlos hasta lo que vemos ahora», contó sobre la historia de esta tradición de personalizar los vehículos.

Hoy, auxiliados con un sistema de interruptores, hay conductores que pueden incluso «hacerlos bailar al ritmo de la música», explicó.

Otro de los carros de la muestra es «Gipsy Rose», creado por el padre de Jesse Valadez, fallecido hace cuatro años, con un Chevrolet Impala, 1964.

Ganador de diversos premios en concursos de «lowriders», incluye más 150 rosas, perlas y otras figuras pintadas a mano.

Es además un vehículo de fama mundial tras aparecer en diversos anuncios comerciales, además de la serie de televisión «Chico and the Man» de la cadena NBC en los años 1970.

«Hay bastante historia en este carro que tiene aproximadamente 42 años, ha viajado alrededor del mundo y la historia acá es que ha estado en noches de bulevar», dijo a Efe Valadez.

Hace seis décadas la distracción consistía en manejar a baja velocidad estos carros para exhibirlo en el bulevar Whittier del este de Los Ángeles.

«Es invaluable (…) es casi comparable con la Declaración de Independencia, porque ¿Cómo reemplazamos algo que es único en su clase?», aseveró Valadez, miembro del club automovilístico «Imperials».

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