Paisajes y memorias de migración exploran idea de multiculturalidad en Miami

Paisajes y memorias de migración exploran idea de multiculturalidad en Miami

Miami, 29 may (EFEUSA).- Paisajes tropicales, memorias de viaje e historias coloniales llenan desde hoy las paredes del Pérez Art Museum Miami (PAMM) en la exhibición "Poetics of relation", donde los trabajos de seis artistas de diferentes partes del mundo reflejan el concepto abierto y cambiante de identidad cultural.

Inspirada en los escritos del poeta y crítico cultural martiniqués Édouard Glissant (1928-2011), la muestra, que permanecerá abierta al público hasta octubre, esta compuesta por 17 piezas y analiza el impacto de la inmigración y la diáspora sobre las percepciones de lugar.

Así, un mar de chanclas en tonos verdes y azules reproduce los contrastes entre individuo y colectivo en la emblemática obra «Mar Caribe» (1996) del dominicano Tony Capellán, quien expresa «las secuelas de la esclavitud a la que fue sometida el área», según explicó en entrevista con Efe.

El mar «robó» su calzado a los habitantes que estaban cerca de la orilla y lo llevó a la playa, donde Capellán recogió estos materiales y sustituyó la parte de la sandalia que sujeta el pie con alambre de espino para construir una «metáfora del dolor».

Pero además de ser barrera y escenario de violencia histórica, para el artista el mar también es un forjador de identidad cultural. «Es lo que cada día me dice: ‘Estás bien aquí, es donde perteneces’, donde sientes que tienes un lugar», explicó.

«Esa unión que se da entre todos (los caribeños) aquí la expreso, aunque un poco parcializado con las personas que tienen menos recursos en la vida porque también en el Caribe hay potentados (…) pero hay una gran mayoría de heredados de la esclavitud y del saqueo que viven en la miseria», señaló.

Cada chancla, que perteneció alguna vez a una persona, forma una «voz colectiva» que establece un «diálogo muy fuerte» con otras obras de la exhibición que comparten cuestiones similares, como «Congregation» (2006-2015), de la sudafricana Ledelle Moe.

Diseminados a lo largo y ancho de la pared, decenas de rostros esculpidos en cemento, fruto de la observación directa o de la memoria de la artista, dibujan un mapa humano uniforme que más de cerca distingue facciones y gestos individuales.

«(Moe) está preocupándose por esa dualidad de lo colectivo y lo individual, de lo que me toca a mí de la historia, de lo que aporto, lo que soy como individuo y lo que me hacen ser como colectivo», analizó Capellán.

El comisario del museo, Tobias Ostrander, destacó que, precisamente, la exhibición se inspiró en Miami por ser una ciudad donde parte de la población procede de otras partes del mundo y concibe una idea «relacional» de hogar, puesto que existe entre «aquí y cualquier otro lugar».

Los artistas «exploran cuestiones relacionadas con el paisaje, la migración, la memoria y nuevas formas de identidad a través del contacto directo con la diversidad cultural y las experiencias locales del sur de Florida», añadió.

Algunos de ellos, repasó, utilizan un paisaje tropical con figuras de palmeras iluminadas por luces de colores, chanclas que forman océanos o tierra seca, como una «referencia abierta a lugares que nos definen como individuos».

Otros exploran la identidad cultural con referencias a viajes a la tierra natal o al impacto de la historia colonial, como la neoyorquina Xaviera Simmons, que pasó dos años investigando el comercio transatlántico de esclavos y propone una instalación fotográfica sobre migrantes que atraviesan el mar en balsas.

Al escribir nuestras historias personales en múltiples lugares, «siempre nos estamos definiendo a nosotros mismos» y podemos tener «muchas identidades y una al mismo tiempo», afirmó Ostander.

El arte contemporáneo, apostilló, ofrece un lenguaje para establecer un «diálogo con otras partes del mundo».

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